El PSPV se siente "decepcionado" por las supuestas reuniones de Ribó con Català y espera un "gesto"

Sandra Gómez assegura que almenys dues reunions són “una realitat” mentre Compromís nega qualsevol tipus de negociació

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Tras el cruce de comunicados y notas de ayer entre el PSPV y Compromís -y a última hora el PP-, la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Sandra Gómez, ha citado a los medios para asegurar que se sienten "engañados y traicionados". Según dice, "al menos dos reuniones" entre Joan Ribó y María José Català son "una realidad incontestable", pese a las negativas de las otras dos formaciones. Señalan, aún así, estar dispuestos a continuar con las negociaciones, pero esperan "sinceridad, confianza y lealtad".

Gómez ha señalado que, igual que al principio, creen que "lo mejor para la ciudad es conformar un gobierno conjunto" entre PSPV y Compromís. Una mayoría progresista que la dirigente socialista achaca, en especial, al aumento de la representación de su formación. "Pero para que haya un gobierno conjunto, lo importante es que haya confianza por las dos partes. Y para que exista esa confianza, es absolutamente necesario que exista lealtad. Por eso no entendemos ni comprendemos que se hayan mantenido relaciones y negociaciones, reuniones informales con la portavoz popular sobre el pleno de organización del ayuntamiento", ha aseverado.

Asegura que es un "juego a dos bandas" que no contribuye a generar confianza. Desde Compromís, sin embargo, niegan dichas negociaciones: "Lo primero que recomendaría es que no se produjeran noticias falsas, como las supuestas negociaciones mías con el PP", ha señalado Joan Ribó esta mañana.

Tres socios en un gobierno de dos

Según aseguran desde la formación valencianista, la única reunión con la dirigente popular responde a esa primera ronda de contactos en la que no todos quisieron participar, y la subida de sueldo se comentó como "un tema a abordar" la siguiente legislatura -en consonancia con la subida en los Presupuestos Generales del Estado-. De hecho, una primera subida que se realizó a asesores, se realizó con los votos y conocimiento de PSOE, Compromís y Cs, según ha asegurado Ribó.

Gómez sin embargo ha querido resaltar la "decepción" de su formación y un sentimiento de "engaño" porque, asegura, se están esforzando con "numerosas propuestas a lo largo de tres semanas para que las dos formaciones se sientan cómodas". Pese a ello, asegura, no pueden "permitir que haya tres socios en un gobierno de dos".

Sin embargo, señala que siguen con "voluntad de llegar a un acuerdo", frente a una supuesta estrategia de "ganar la opinión pública y lograr un gobierno en solitario" que, asegura, pretende Compromís: "Creemos que es un error absoluto. Esta ciudad no puede gestionarse desde la minoría. Necesita de proyectos fuertes", ha señalado.

Legitimidad

"La decisión a día de hoy la tienen ellos", ha señalado sobre si siguen o no las reuniones. Según ha detallado, las comisiones negociadoras se han reunido esta misma mañana, donde les han "planteado esto mismo": "Nosotros planteamos lo mismo en las reuniones y fuera de ellas".

Respecto a si se han roto o no las reuniones, Gómez ha asegurado que ellos, "en ningún momento" desistirán "de conformar un gobierno conjunto", pero sólo si hay "una voluntad de diálogo sincera".

Al preguntarse sobre si la sonada vicealcaldía sigue sobre la mesa, la política socialista ha señalado que eso es una "cuestión de forma" y que, como ya han planteado antes, quieren un modelo "a semejanza del Botànic". Insiste en un modelo en el que la junta local, de 10 miembros, esté compuesta al 50% por cada partido. Eso, unido al voto de calidad del Alcalde, daría un, en votos -y empatados-, una representatividad a Compromís del 54,5%, y al PSPV del 45,5. Los socialistas representan un 41,2% de los concejales de la Nau, mientras que Compromís el 58,8%.

Por su lado, Compromís también "emplaza al PSPV decidir si quiere conformar un gobierno de coalición". Según han señalado en un comunicado, los socialistas han convocado a los medios mientras discurría la misma reunión negociadora, quita "legitimidad" a los encuentros.

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