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Arranca el curso escolar en la Comunitat Valenciana, y desde la Conselleria de Educación se ha trabajado, en colaboración con toda la comunidad educativa, para disponer de un plan que convierta a las aulas en espacios seguros. Y es que aunque todos tienen claro que el riesgo cero no existe, los centros educativos cuentan con un protocolo sanitario para preservar la seguridad tanto del profesorado, como del alumnado.
De esta manera, el protocolo sanitario que se ha establecido para una vuelta al cole lo más segura posible y, por supuesto, para garantizar una máxima presencialidad consiste, en primer lugar, en una reducción de la ratio por aula y, por consiguiente, un aumento del profesorado que permita la creación de grupos de convivencia estable de máximo 20 alumnos en Infantil y hasta segundo de Primaria – en el resto de niveles depende de cada centro educativo –. Para ello, se han creado más de 3.000 grupos nuevos de alumnado y se han contratado 4.374 nuevos docentes.
El objetivo no es otro que, en caso de producirse un caso positivo por coronavirus, poder controlar mejor la trazabilidad del virus comenzando por realizar la PCR a ese "grupo burbuja". Pero, además, los grupos de convivencia estable no se mezclarán con otros grupos. Para ello, siempre que se ha podido, se ha optado por establecer horarios escalonados de entrada y salida al centro para evitar aglomeraciones y, en ocasiones, por entradas diferenciadas o, por ejemplo, se han organizado diferentes turnos de comedor, habiendo grupos que comerán en el aula.
Asimismo, la Conselleria de Educación ha informado no solo de la obligatoriedad de llevar mascarilla a partir de los 6 años y de mantener la distancia de 1,5 metros entre el alumnado, cuando no sean grupos de convivencia estable a partir de las etapas más altas de Primaria y en Secundaria, Bachillerato y FP, sino que además, se ha intensificado los trabajos de limpieza y desinfección del centro y se mantendrá una ventilación constante de las aulas. Por supuesto, se controlará la temperatura de todas las personas que accedan al centro con el objetivo de comprobar que no superan los 37,5ºC.
En el caso del transporte escolar, el alumnado deberá desinfectarse las manos con hidrogel antes de subir y bajar del autobús, deberá hacer uso de la mascarilla a partir de los 6 años y, además, cada alumno o alumna tendrá un asiento reservado durante todo el curso escolar.
Por último, en las actividades extraescolares que realice el centro, en las que alumnado de diferentes grupos de convivencia estable se juntan, se deberá mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros. Asimismo, desde Educación recomiendan realizar el máximo de actividades al aire libre y siempre contando con un registro con la relación del alumnado asistente a cada actividad.
En caso de detectarse una persona que presente síntomas compatibles con la Covid-19, cada centro educativos dispone de un espacio Covid para aislar a la persona hasta que Salud Pública informe de cómo se debe actuar.
El objetivo de todas estas medidas no es otros que ofrecer al alumnado espacios educativos seguros y, sobre todo, garantizar la máxima presencialidad posible, especialmente, en las etapas en las que es fundamental adquirir habilidades de socialización. En cambio, a partir de segundo de la ESO, en Bachillerato y FP se ha optado por una asistencia a clase en días alternos, siempre y cuando no se pueda garantizar la distancia de seguridad de 1,5 metros. De esta manera, los días en los que no se asista a clase, realizarán, en casa, las tareas educativas marcadas por el personal docente.
Toda la información detallada se podrá consultar en aulasegura.es.