Prostitución y vientres de alquiler, nuevas formas del patriarcado

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La jornada vespertina de este II Feminario comenzó con la tercera mesa redonda en la cual se trataron las Nuevas formas del patriarcado. Con Rosa Cobo y Alicia Miyares como ponentes y Silvia Buabent como moderadora. Los principales temas que se abordaron durante las ponencias fue la prostitución y los vientres de alquiler como principales formas del patriarcado actual. A través de estas charlas se dieron las claves para seguir trabajando en la lucha contra ese patriarcado y que a pesar de saber que es un camino arduo y complicado es posible seguir avanzando.

Rosa Cobo, Profesora titular Sociología del Género en la Universidad de La Coruña, expuso durante su ponencia que la prostitución forma parte de estas nuevas formas de patriarcado pues el control de la industria del sexo está en manos de ese patriarcado y ha evolucionado mucho en los últimos años a la par del capitalismo neoliberal imperante.

"La prostitución es una forma extrema de desigualdad y se ha convertido en una de las barbaries del siglo XXI. Creo que podríamos decir que la prostitución significa hoy una de las grandes expulsiones de mujeres que transitan de los países del sur al norte, de los ámbitos rurales a las urbes. Es un tipo de expulsión que tiene como característica principal que la figura de la mujer pasa de la exclusión a la expulsión. Algunas de esas mujeres que acaban siendo prostituidas saben a lo que vienen, otras no y otras, incluso, piensan que vienen a algo mejor. Todas están en una situación de exclusión y es por la expulsión a la que son sometidas.

Con la prostitución se vulnera el derecho de las mujeres a la soberanía de sus cuerpos. Este fenómeno se desarrolló fundamentalmente a partir de los años 80 hasta ahora y se ha convertido en una gran industria, la del sexo. ¿Cómo es posible que se haya crecido tanto en tan poco tiempo? Para entender la formación de esta industria del sexo hay que mirar la reorganización de la economía mundial de los años 70 y también en la re-estructuración de las sociedades patriarcales que se inicia en los 80 y se confirma en los 90. Estos dos procesos del capitalismo global y el rearme de los patriarcados globales.

La industria del sexo es la consecuencia de ambas. Nunca había pensado que dedicaría 4 años de mi vida a estudiar la prostitución. Cuando empecé a ver cosas sobre migraciones y políticas económicas neo-liberales, las economías ilícitas... en todas ellas vi que la prostitución era clave en todas ellas. La prostitución se ha convertido en un emplazamiento básico para entenderlo. Si queremos entender la brutalidad del capitalismo y el rearme de las sociedades patriarcales, la prostitución tienen mucho que decir.

El proceso de mercantilización de los cuerpos de las mujeres se observa principalmente en la deslocalización de las grandes compañías. También en la prostitución se encuentra el otro principio del capitalismo de que todo es susceptible de ser comprado, de que los deseos se pueden convertir en realidad si se tiene dinero para comprarlo.

Este capitalismo global tiene una buena fuente de ingresos en el mundo de la prostitución. De las mujeres siempre se han sacado beneficios por lo que siempre han estado sometidas. Ahora mismo se extrae mucha plusvalía sexual. Con todo ello se entiende la lógica del proceso del nuevo capitalismo global.

Para analizar la prostitución hay que verla en dos fases. La primera época en la que era una industria artesanal que no tenia excesivo impacto económico sobre las sociedades. Pero a partir de los años 80 se ha procedido un aumento significativo. Existen muchas más mujeres y mucho más consumo y, sobre todo, hay una variedad de redes a través de las que se consumen, ya no sólo los clubes y demás. Es una verdadera industria. Entre estas dos etapas el punto de unión es que el hombre accede al cuerpo de la mujer por precio.

El eje de esta poderosa industria del sexo son los cuerpos de las mujeres. La diferencia es que la magnitud de la mercantilización ha tenido y tiene muchos efectos. Ha contribuido a cambiar la imagen que los varones tienen de las mujeres y también muchos de los sectores de la sociedad. El capitalismo ha fortalecido a los patriarcados y ha dotado a los hombres de mucho más poder. Esto es una pieza central de la reacción patriarcal. Se puede ver las tendencias de los patriarcados. El primero la identificación de la definición patriarcal de la sexualidad de las mujeres. Se condensa la pedagogía patriarcal sobre las mujeres, dice lo que las mujeres deben y no deben ser. Se confirma el núcleo fundamental de ser para el patriarcado, un no ser para sí misma.

El feminismo radical cambió la imagen de las mujeres pero también las formas de relacionarse. Hubo una reacción del patriarcado al acceso político de las mujeres. Este desarrollo busca borrar las huellas del feminismo para que las mujeres sean construidas no para nosotras sino para ellos. Invisibilizar la lucha de las mujeres para convertirse en individuos. El objetivo es no cuestionar la masculinidad dominante. Brindar la sexualidad de las mujeres en el marco del matrimonio y la prostitución.

De que modo potencia la prostitución el rearme. La primera es que dificulta cuestionar la masculinidad hegemónica. Los consumidores de prostitución pueden desarrollar la masculinidad más patriarcal. En muchos ámbitos está desarrollada la sociedad igualitaria por lo que dentro de la prostitución vuelven a tener el dominio. También se promueve la sexualización de las mujeres hasta límites infinitos.

El crecimiento pone de manifiesto que los patriarcados contemporáneos salvaguardan el núcleo patriarcal. Hay que criticar la prostitución pero no es un único objetivo político para el feminismo sino para todos. Es un bastión del capitalismo global no solo del patriarcado".

 

Alicia Miyares, Filosofa y escritora feminista destacada por sus trabajos sobre igualdad y política, educación y derechos de la ciudadanía. Durante su intervención defendió que el debate sobre el vientre de alquiler no debía de ser parte de la agenda pues el derecho de filiación va inherente al hecho de ser madre y es un derecho al cual no se puede renunciar. Los deseos no pueden estar por encima de los derechos.

"Lo cierto es que estos temas del nuevo patriarcado deben ser temas muy debatidos y no asumidos como pasa en estos momentos. Si algo está en los albores del patriarcado es el control sexual de las mujeres, las máximas son la apropiación de las mujeres y de las capacidades reproductivas de las mujeres. La novedad en el patriarcado podría ser la apropiación de la sexualidad y de las capacidad reproductiva con una economía capitalista que las ampara y en segundo lugar es que siempre se ha esperado que desde la izquierda, el mínimo sentido de la justicia y la igualdad, no se apoyara este tipo de iniciativas y la novedad que el tema de los vientres de alquiler algunos se muestran favorables al igual que la regulación de la prostitución.

Tiendo a pensar a que se debe a una falta de reflexión sobre lo que significan algunas practicas. La practica de vientres de alquiler es una de ellas pues consiste en que unas personas adultas acuerdan que una mujer lleva a cabo un embarazo y cede su hijo a terceras personas. Descrito así la historia es que no se habla del fondo pues se materializa a través de un contrato por el cual renuncia para siempre a su hijo. Esto aparece como positivo por que el deseo de ser padres está por encima de los derechos de esa persona.

Si aceptamos como sociedad que los derechos sean objeto de contrato ya no hay limites. Si el debate fuera el sufragio masculino ni se hubiera debatido. Si hay alguna persona que pueda pensar que puede jugar con sus derechos, no quiere decir que la sociedad así lo haga pues los derechos son inalienables, son inherentes a la persona y no pueden cederse a terceras personas. Por este motivo no se debería aceptar que se regulara un contrato en el que se renuncia a un derecho como la maternidad.

Por otro lado cuando se nos quiere criticar que defendemos determinada postura y estamos en contra de la practica se hace de manera demagógica, se nos acusa de que mantenemos la misma posiciones que la iglesia católica. Lo primero que hay que hacer es armarse contra esos discursos demagógicos. La segunda trampa es la manipulación emocional con la que se quiere llevar a donde quieren ellos. ¿Quién no empatiza con el dolor ajeno? y con ello quieren que no veamos la utilización del cuerpo de esa madre que luego cede ese hijo a los promotores ya que son los promotores de un contrato a través del cual consiguen un deseo.

Del mismo modo la argumentación que dan al decir que lo que hace la mujer es ceder las capacidades reproductivas por lo que deberían ser tratados al igual que los donantes de órganos. Pero el preceptor de un órgano se acepta cuando el receptor está en riesgo ¿Acaso no tener hijos pone en riesgo vital a las personas? Esto ya desmonta la asimilación a la donación de órganos pero si alguien piensa que su vida depende de tener hijos podría ir encaminado más a una clínica de salud mental más que a una ginecológica pues los hijos no son un antidepresivo".

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