La ciudadanía decide la nueva anatomía de la Plaza del Ayuntamiento

Peatonalització, enjardinament, recuperació de l'arquitectura i carril bici: els punts clau de la proposta ciutadana per a remodelar la Plaça de l'Ajuntament

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La concejala de Participación Ciudadana, Elisa Valía, junto con la vicealcaldesa y portavoz del Ayuntamiento de València, Sandra Gómez, ha presentado hoy los resultados del proceso de participación ciudadano convocado para recoger ideas sobre la futura remodelación y acondicionamiento de la Plaza del Ayuntamiento.

Valía ha destacado que el proceso ha sido “todo un éxito de participación”, con más de 1.8000 personas que han aportado ideas a través de las diferentes encuestas presenciales, cuestionarios online y mesas de trabajo convocadas. Además, el Ayuntamiento ha puesto especial interés en que los participantes provengan de todos los barrios de la ciudad, y no solo de las inmediaciones de la plaza, ya que este espacio es de todos los valencianos.

En cuanto a los resultados, la concejala ha destacado la “unanimidad en la idea de que la plaza tiene que ser peatonal”, ya que todas las propuestas derivadas giraban en torno a esta premisa inicial. Sobre acciones concretas, hay tres grupos fundamentales: espacio, actividad y red.

En cuanto al espacio, las aportaciones que más éxito han tenido son las que tienen que ver con ampliar la vegetación en la plaza, muy específicamente con árboles de hoja caduca que puedan dar sombra en verano y regular la temperatura el entorno. Todo esto sin ensombrecer o quitar protagonismo a la segunda gran preocupación: dar mayor visibilidad y reconocimiento a las fachadas históricas del enclave, tales como la del teatro Rialto, Correos, el Ateneo o el propio Ayuntamiento.

También relacionado con la distribución, se ha propuesto la creación de “espacios acogedores con múltiples zonas donde sentarse a charlar”, con mobiliario y disposición que sea accesible para todas las personas: bancos no muy bajos y con respaldos, suelo no resbaladizo, ausencia total de escalones, etcétera. Asimismo, los vecinos también han defendido la importancia de mantener los puestos de flores.

Sobre actividades, la plaza deberá ser capaz de combinar grandes acontecimientos, como las Fallas, con otras actividades más modestas. Para ello, se propone la implantación de mobiliario flexible que se adapte a cada circunstancia. Del mismo modo, no se podrá aumentar el número de terrazas, y las cadenas y establecimientos que las tengan deberán modificar su estética para adaptarse mejor a la imagen general de la plaza y no ser disruptivas.

Finalmente, puesto que se ha adoptado la idea de una plaza peatonal, se regulará la circulación de bicicletas y patines por espacios propiamente diseñados para ello, de manera que no interfieran con la actividad de los viandantes. Igualmente, también se deberá aumentar la frecuencia horaria del transporte público para llegar a la plaza y conectarla con la red ciclista para garantizar que se pueda acceder directamente en bicicleta.

Peatonalización a partir de marzo

Todo este proceso dará comienzo el próximo 20 de marzo con la peatonalización definitiva de la plaza. Para ello, se aplicará una “medida blanda” que consistirá en la instalación de bolardos y macetas para evitar el acceso del vehículo privado. A continuación, se estima que la remodelación de la plaza podría ponerse en marcha en algo más de un año. “A partir del cierre de la plaza, todas las medidas propuestas por los vecinos que se puedan ir incorporando, se empezarán a implantar” asegura Valía.

El proceso de licitación se abrirá en breves, y se prevé que la primera fase tenga una duración de seis meses. De todas las ideas presentadas en primera instancia, se seleccionarán las cinco mejores, teniendo en cuenta su adecuación y concordancia con las ideas que han expresado los vecinos. El plan seleccionado se llevará una retribución de 290.000 euros, y los finalistas de 8.000. A partir de ahí, la propuesta ganadora tendrá un plazo de varios meses para hacer ajustes y mejoras.

La portavoz del Ayuntamiento Sandra Gómez ha calificado este proceso como "la transformación urbana más importante de nuestra generación, que está a la altura del ajardinamiento del antiguo cauce del río Turia", y ha recalcado que "en diez o veinte años, nadie cuestionará la idoneidad de la medida, como ahora tampoco nadie cuestiona la del río".

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