Carriles bici más anchos y por la calzada, las propuestas del gurú de la movilidad

Ribó s’ha mostrat partidari d’adoptar les propostes de Mikael Colville-Anderson

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Valencia ha vivido una nueva edición de la Semana de la Movilidad. Unos días donde la movilidad sostenible ha sido la protagonista, y en los que se ha concienciado a la ciudadanía de la importancia de utilizar medios de transporte más respetuosos para el medio ambiente. La bicicleta se alza como el transporte estrella para alcanzar ese nuevo modelo de movilidad que se está impulsando desde el Ayuntamiento de Valencia con iniciativas tan ambiciosas, como el anillo ciclista o la recuperación del espacio público.

Esta semana, el gurú de la movilidad urbana y diseñador de redes ciclistas en todo el mundo, Mikael Colville-Anderson, visitó Valencia, a la que calificó de “ciudad moderna” por su infraestructura ciclista, aunque dio una pautas a seguir para conseguir el modelo de movilidad sostenible. ¿Su propuesta? Carriles bici lo más anchos posible y por la calzada. “Se puede elegir entre la ciudad de 1965 y la de 2018. En Valencia, se ve la ciudad del futuro, con las bicicletas y el carril bici, y la del pasado con los coches”.

Ahora falta esperar si el Ayuntamiento recoge estas pautas y las lleva a cabo en una ciudad que, aunque existen detractores de los carriles bici, lo cierto es que cada vez más personas optan por el uso de la bicicleta para sus desplazamientos habituales. En este sentido, el Alcalde de Valencia, Joan Ribó, se ha mostrado partidario de las medidas propuestas por Colville-Anderson, a pesar de que “más de alguno diga que 2,5 metros son carriles bici demasiado anchos. Apostamos por las políticas que priorizan al peatón, que debe disponer de rutas seguras y amables; en segundo lugar, al transporte público; en tercer lugar, a los vehículos sostenibles que evitan la contaminación; y finalmente, al vehículo privado”.

Valencia se está transformado, paso a paso, en una ciudad que apuesta por la sostenibilidad, y que, además, es referente en Europa. Y es que este cambio no sólo se está produciendo en la capital, sino que, cada vez, más pueblos del área metropolitana están apostando por políticas basadas en dejar atrás el vehículo privado, y fomentar el uso de la bicicleta con la creación de más carriles bici.

Un cambio ha implicado a todos y que, también ha llegado a la Generalitat. Así, era la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, quien anunciaba que se planteará una modificación de la Ley de Movilidad de la Comunidad Valenciana para que los nuevos edificios de viviendas que se construyan en suelo urbano tengan, en planta baja, una cámara para estacionar una bici por vivienda, y los de suelo urbanizable, dos plazas por vivienda.

Para Salvador, se trata de facilitar un transporte alternativo al coche y ha resaltado las muchas iniciativas que se están realizando para la consecución de este objetivo. Así, ha reseñado que en el Plan Básico de Movilidad del Área Metropolitana de València, que está en fase de información pública, “se pasa de una red ciclopeatonal para bicicletas y peatones de 342 kilómetros a otra de 571 kilómetros”. También ha mencionado los 52 kilómetros del Anillo Verde Metropolitano, que se están construyendo en estos momentos.

La bicicleta, cuestión de salud

Especialistas de Quirónsalud Torrevieja y Murcia aseguran que montar en bicicleta reduce el riesgo de sufrir infartos, mejora el sistema inmunológico, evita las depresiones, previene dolores de espalda y protege las articulaciones.

De acuerdo con expertos de estos centros, el uso de la bicicleta “supone numerosos e importantes beneficios para la salud, se trata de una de las actividades más completas para prevenir dolores de espalda, proteger articulaciones y mejorar el sistema circulatorio e inmunológico, así como para mantener una buena salud psíquica”.

Asimismo, según el doctor José Nieto, especialista en Cardiología de Hospital Quirónsalud Murcia, “montar en bicicleta reduce alrededor de un 20% el riesgo de infarto: pedalear aumenta el ritmo cardiaco y baja la presión, de modo que el corazón economiza recursos. Además, se reduce el colesterol negativo, mientras que aumenta la cantidad de colesterol positivo, el responsable de proteger a los vasos sanguíneos”.

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