Continúan las obras de la Línea 10 de Metrovalencia que, en un futuro, conectarán el barrio de Natzaret con el centro de la ciudad. La primera de las cinco fases arrancaba el pasado mes de abril con un presupuesto inicial de más de 3 millones de euros. En esta primera fase, las obras se están concentrando en la construcción de la salida en rampa de la estación Amado Granell hasta conectarla con la primera parada en superficie de Hermanos Maristas.
Con un plazo de ejecución previsto en siete meses y medio, se espera que, en el mes de diciembre, se concluyan las obras de la primera fase de la Línea 10. Sin embargo, todavía quedarán por ejecutar cuatro fases más hasta la inauguración de esta nueva línea de metro, que se extenderá a lo largo de 5 kilómetros con un total de 8 estaciones – 3 subterráneas y 5 en superficie -.
Cabe recordar que las obras de esta línea de metro comenzaban en el año 2006 con el propósito de unir el barrio de Torrefiel con el centro, finalizando en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Sin embargo, este proyecto se paralizaba, cinco años después, por falta de presupuesto, pese a haber invertido alrededor de 200 millones de euros.
Desde entonces, esta infraestructura ha permanecido olvidada hasta ahora. Así, el objetivo de la Generalitat Valenciana es completar los trabajos previstos en 2021. Para ello, el proyecto está cofinanciado por la Unión Europea, a través del programa operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de la Comunitat Valenciana 2014-2020.
En la actualidad, se trabaja tanto en la construcción de la rampa de conexión del túnel de la estación de Amado Granell, como en el tramo tranviario, en superficie, hasta la ubicación de la nueva parada de Hermanos Maristas. Sin embargo, la construcción de la nueva parada en superficie de Hermanos Maristas, ubicada en la calle Amado Granell, conlleva también la adecuación de la urbanización del entorno.
De esta manera, en esta primera fase se contempla instalar el tramo tranviario del cruce de la calle Antonio Ferrandis, que se retiró, en su día, para facilitar la circulación de los vehículos, como ejecutar las obras correspondientes al equipamiento de las paradas o la señalización, entre otras actuaciones necesarias.
Cuando la L10 esté acabada, supondrá un paso muy importante para el barrio de Nazaret, que pondrá punto y final a años de aislamiento. Y es que como recordaba en su momento el alcalde de València, Joan Ribó, “este barrio ha estado aislado del mar por el crecimiento del Puerto; aislado de la ciudad por las grandes infraestructuras; aislado de los pueblos vecinos de Pinedo y La Punta; y aislado de la huerta”.