El principal partido de la oposición y derecha valenciana, el PP, ha decidido iniciar el nuevo curso político con un tema recurrente desde la campaña de las anteriores elecciones; la supuesta "imposición del valenciano" orquestada por el Botànic en las escuelas valencianas. Un supuesto plan para eliminar el castellano de la educación, "obligar" a las escuelas a contradecir sentencias y "catalanizar" la Comunitat.
El domingo, primer día de septiembre, el PPCV difundía un comunicado en el que anunciaban solicitar documentación "para demostrar que Marzà obliga a los colegios a aplicar un Proyecto de Normalización Lingüística tumbado por el TSJCV". Según la portavoz popular en las Corts, Beatriz Gascó, la conselleria "obliga" a aplicar un proyecto "tumbado"; algo que sostiene por unos cuestionarios sobre el uso del valenciano en los centros -que ya se hacían con el gobierno del PP-.
Preguntados por este medio, el PP no ha resuelto cómo de unos cuestionarios sobre el uso de la lengua propia en las escuelas valencianas se traduce en "instar" a estas a "incumplir sentencias". Se trata de una sentencia, por otro lado, que suspendió el Decreto de Plurilingüismo por "premiar" la elección de lengua valenciana con más horas de inglés; un decreto que ya se derogó y aplicó una nueva norma que contemplaba las reticencias apuntadas por el Tribunal.
Estas encuestas, para el PP y algunos medios de comunicación, se traducen en "vigilar" y "espiar" que se hable valenciano en el recreo o el comedor; no así cuando eran los mismos populares los que las realizaban: las encuestas y estudios para conocer el estado de la lengua propia en los centros escolares es algo ya realizado desde los gobiernos de Francisco Camps.
"Imita a Torra"
Esta acción entra dentro de la campaña del PP valenciano, que asegura que el Botànic quiere "catalanizar" la Comunitat Valenciana y llevar adelante un proceso independentista. Pablo Casado, el líder nacional de los populares, afirmó sobre las encuestas que Ximo Puig "imita a Torra" para "adoctrinar" y relegar el castellano. Sin embargo Casado sí propuso una Ley de Lenguas para hacer "vehicular el castellano en toda la educación" y la lengua única en la Administración, es decir, relegar el valenciano.Tanto desde el PSPV como desde Compromís, tras la primera noticia sobre el asunto, se difundieron comunicados que señalaban las "mentiras" del PP: "Es una práctica totalmente normal en lugares donde conviven dos o más lenguas", señalaba Manolo Mata tras señalar, de nuevo, que el PP ya lo hacía. El síndic de Compromís, Fran Ferri, señaló las declaraciones de los populares como una "copia de la estrategia" llevada a cabo en otros territorios para "dividir al pueblo valenciano".