Valencia sigue dando pasos para convertirse en el gran polo de innovación del sur de Europa. Así lo señalaba la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, en el primer debate sobre el estado de la ciudad de su legislatura en el que destacaba no solo la ampliación de ‘Marina de Empresas’ “reteniendo una inversión de 18 millones de euros, además del talento”; sino también la puesta en marcha de la primera ordenanza Sandbox de España o la apertura de la Harinera, dentro de la estrategia Valencia Innovation Capital, que “ha movilizado 13 millones de euros”.
Y es que ya lo avanzaba la concejala de Innovación del Ayuntamiento de Valencia, Paula Llobet, en una entrevista a València Extra: “con La Harinera, Las Naves, las empresas y las universidades no solo ponemos en marcha el distrito innovador de la ciudad, sino que conseguiremos que los proyectos que se impulsen estén coordinados y se favorezcan las sinergias para poder sacarlos adelante. Estamos en la cuarta revolución industrial. Es la era de las tecnologías y para poder ser más competitivos, debemos apostar por la modernización, la digitalización, la diferenciación a través del uso de las tecnologías. Entonces, aquí creo que es muy importante el poder, por una parte, mejorar las dotaciones de nuestro tejido productivo actual y ayudar en esa transición y en esa digitalización a nuestras pymes, pero luego también tenemos una oportunidad muy importante para situarnos como hub tecnológico del Mediterráneo, donde podemos atraer, y de hecho ya lo estamos haciendo, inversiones importantes para la ciudad”.
Valencia se transforma en un laboratorio de innovación
Valencia cuenta con la primera ordenanza en España que transforma la ciudad en un laboratorio de innovación. Se trata del Sandbox Urbano, pionero en la Unión Europea, que consolida a la capital del Turia como ciudad líder en la experimentación para afrontar desafíos medioambientales, de movilidad urbana, de eficiencia energética, de actividad turística, comercial y económica, de carácter sanitario, de cuidado de las personas, de regeneración urbana, de reciclaje de residuos, de digitalización, de modernización del sector público y de seguridad.
Llobet ha enfatizado “la importancia de esta cultura de prueba y experimentación para enfrentar retos en múltiples áreas, desde la sostenibilidad hasta la modernización del sector público con proyectos como robots de limpieza de playas o farolas que cargan vehículos eléctricos, que son ejemplos de las aplicaciones prácticas del Sandbox”.
Una apuesta decidida que se sumaba a la inauguración, el pasado mes de febrero, del nuevo complejo de la Harinera, el kilómetro 0 de la innovación que generará 100 millones de euros en tres años, gracias a la colaboración público-privada. Y es que el objetivo es poner en marcha más de 50 programas de innovación que beneficiarán a más de 1.000 empresas emergentes.
Y, por supuesto, en este camino hacia la transformación de la ciudad, Las Naves se convertirán en el Valencia Innovation Hub, “un laboratorio de experimentación donde trabajarán directamente los servicios municipales, contando también con financiación europea, para poner en marcha proyectos piloto en la ciudad que resuelvan retos. Una vez testeados y evaluados, en el caso de obtener resultados positivos, los integraremos en toda la ciudad. Para ello, es muy importante la ordenanza del Sandbox Urbano, ya que dota de flexibilidad, tanto desde el punto de vista normativo como fiscal, para poder actuar en la ciudad como si fuera un laboratorio urbano. De esta manera, todos estos proyectos se podrán probar en un entorno real, que es la propia ciudad, para tener el feedback de la propia ciudadanía y que se pueda avanzar más rápido para sacar esa solución al mercado”, apuntaba la concejala de Innovación.
Y siguiendo esta línea de posicionar Valencia como un referente europeo a nivel tecnológico, la Harinera albergará el Valencia Game City, un clúster físico que hará de aceleradora de las empresas emergentes relacionadas con el gaming. Como explicaba la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, “en este momento, tenemos 30 empresas emergentes aquí, desarrollando su producto y, a finales del año 2025, doblaremos ese número y llegaremos a 60. Es un sector fundamental porque hay mucho creativo, mucho músico, mucho oficio detrás de la industria del gaming. Y en la Comunitat Valenciana, además, tenemos muy buenos profesionales. En este espacio, les ayudaremos a su internacionalización”.
La Comunitat Valenciana, un hub de energías renovables
Por otro lado, el president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha avanzado que el gobierno autonómico está trabajado para la creación, en la Comunitat Valenciana, de un hub de empresas industriales en materia de energías renovables. El president se ha mostrado convencido de la necesidad de dotar a esta industria de un alto nivel de competitividad y protección frente a eventos geopolíticos externos y, a la vez, generar nuevas oportunidades de negocio que convertirán a la Comunitat Valenciana en líder energético de España y del sur de Europa.
En este sentido, ha explicado que el hub en el que se está trabajando también pretende paliar la dependencia del exterior para el suministro de los bienes de equipo que necesita el sector de las renovables, como aerogeneradores, paneles fotovoltaicos, electrolizadores, baterías, etc. Asimismo, ha destacado que la iniciativa se sumará a otras de gran importancia como la creación en Castellón del Clúster HyVal, que constituye la mayor fábrica de Hidrógeno Verde de toda España y que supondrá una inversión de más de 2.000 millones de euros y la creación de más de 5.000 empleos.