Hoy en Converses publicamos la segunda parte con el Presidente de Diputación de Valencia, Toni Gaspar. Presente y futuro de la institución, balance de los socios de gobierno y por supuesto un deseo de futuro en esta recta final de los gobiernos del cambio de esta legislatura.
Hace unos meses anunciasteis unas comisiones para tratar de analizar las funciones de Diputación y Generalitat. Es decir, ¿Cómo una forma de vaciar las funciones de la Diputación? ¿Cómo se encuentra esta comisión?
A lo que llegamos el presidente [Ximo Puig] y yo es a una cuestión de sentido, y es: "vamos a ver qué cosas de las cuales hace la Diputación le correspondería hacer a la Generalitat o que las podría hacer mejor la Generalitat para utilizar el dinero de todos de la mejor manera". No tenía sentido que ellos hicieron una cosa y nosotras la misma. Esto es el espíritu, después como quiera vestirlo cada uno es otra cosa. Yo siempre digo que no hay ninguna institución sagrada: si se tiene que quitar, se quita y si no, lo que me interesa es hacer las cosas de la mejor manera posible. También creo que esta institución ha dado mucha gloria a los ayuntamientos, pero estamos en el siglo XXI y hay que plantearse delegar más en los ayuntamientos, que son mayores de edad. La Diputación tiene que ir menguando, de reclasificarse o de reorganizarse. De esta manera, lo que hemos hecho los dos presidentes es que se crea una comisión técnica y que pongan negro sobre blanco todas las cosas que se han comentado y se cuantifican. Sé que hay necesidad que digamos cosas todos los días, pero los procesos no son tan rápidos.'Lo que tienes que hacer es lo que crees, porque quien hace lo que cree es el que gana.'
¿Cuál es el modelo de futuro de la Diputación según tu visión?
Tenemos una sociedad que pide respuestas, que las instituciones no sean omnipresentes ni omnipotentes. La institución no lo es todo, también está la sociedad civil, y ambas tienen que colaborar. Esto es lo que tiene que meterse dentro del engranaje de la Diputación. Cuando no había Generalitat, el presidente de la Diputación era el virrey de la provincia. Esto ha cambiado, pero hay más cosas que cambiar todavía. Hace 40 años tenía sentido, porque el Estado daba el dinero a la Diputación y esta repartía, ¿pero hoy en día? ¿Por qué no desde el Ministerio se dan recursos en los ayuntamientos y ahorramos burocracia? Así lo que quedase de Diputación se dedicaría a coordinar. Se tiene que refinar y optimizar los recursos para llegar al siglo XXI. Mientras sea presidente respetaré la institución de la Diputación como el que más, pero esto no tiene por qué estar reñido con mi pensamiento que hay que seguir adelante.¿Qué balance haces de esta legislatura con los tres cuatro socios de gobierno en coalición?
En principio pensaba que con cuatro partidos no íbamos a sacar los presupuestos, pero los hemos sacado y hemos hecho muchas cosas y cambiado otras muchas, incluso muchas veces no estando de acuerdo. La diferencia es enriquecedora, y puedo decir que me he acostumbrado a trabajar así. Es más lento, porque antes el presidente dictaba y ejecutaba y ahora tienes que hablar con los tuyos y con los otros, pero es verdad que en ese tránsito mejora mucho el proyecto. Ves la geometría, ves las aristas que no veías. También es que todo el mundo va en esa dirección, ya no hay muchas mayorías absolutas. Se tiene que administrar desde la diferencia porque cada vez somos más diferentes y varios, y esto requiere diálogo. Hay quien no lo ve o lo está empezando a experimentar ahora, pero es productivo. Mira el gobierno del Botánic por ejemplo.Precisamente hablamos con uno de los políticos socialistas que ha ganado elecciones tras elecciones en Faura y también casualidades de la vida te presentaste a unas primarias frente a Jose Luis Ábalos y Ximo Puig. ¿Cuál es tu secreto?
El truco a nivel de partido es que nunca he cambiado y he sido coherente siempre con los resultados, aunque no ganara. No hacer guerras internas y colaborar. Igual he sido una voz discordante en algunas cosas, pero yo sé que nunca he cambiado: me da igual ganar que perder, lo que prefiere es dormir tranquilo todas las noches. Por otro lado, la historia siempre está para escribir. El mundo de ahora no tiene nada que ver con el de hace 2 o 3 años. Lo que tienes que hacer es lo que crees, porque quienes hacen lo que creen ganan Y también es importante decir que, aunque cada pueblo es un mundo, hay que intentar siempre gobernar para todos, los que te han votado y los que no. Ese es mi principal criterio.'Mucha gente que quiere que comencemos a construir las coses desde otra perspectiva, que hagamos buena política. Y para eso necesitamos creer en nuestra profesión,'