Los diferentes partidos que conforman el conocido como ‘Pacto del Botánico’ ahondan sus ideas respecto a la polémica tasa turística. Este impuesto a las pernoctaciones turísticas genera inquietudes y una tensión constante debido a la importancia de reconducir el turismo hacia una actividad más sostenible económicamente y medioambientalmente. Ante esto, tanto gobierno como oposición o los propios partidos que integran el Botànic, siguen sin ponerse de acuerdo.
A finales del mes de septiembre, la Comunitat Valenciana entraba de lleno ante el debate sobre la conveniencia de la implantación de una tasa turística. Semanas después, las conversaciones avanzan y con ello las posturas de cada parte se aclaran. Aún así, esta tasa turística, que tiene como fin compensar las externalidades negativas de la actividad económica que no asume el sector servicios, continúa siendo fruto de discrepancias.
Por un lado, desde el partido socialista sostienen que debe estudiarse el marco impositivo y diferenciar entre territorios, ya que para ellos no es comparable el turismo de masas de Benidorm con el de municipios rurales. Sin embargo, sus socios en el Ejecutivo, Compromís y Unides Podem-Esquerra Unida, insisten en crear un gravamen que compense el refuerzo en atención sanitaria, limpieza o seguridad, que termina recayendo en los vecinos a través de los impuestos ordinarios.
El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, se ha pronunciado en diferentes ocasiones acerca de esta tasa turística. En su opinión, se muestra contrario y alega a que se debe tener empatía con el sector del turismo por lo gravemente afectado que se ha visto durante la pandemia. Cabe recordar que la aplicación de esta tasa turística supondría un impuesto de uno o dos euros por turista.
Según la patronal hotelera Hosbec (Asociación empresarial hotelera y turística de la Comunidad Valenciana), la tasa tendría un impacto negativo sobre la demanda turística. “No existe ninguna necesidad de poner en marcha esta figura impositiva, mucho menos si tenemos en cuenta que el sector está todavía sumido en la más grave crisis que ha sufrido en su historia y que todavía nos quedan muchos meses de dificultades por delante", explicaba hace un par de semanas la patronal hotelera mediante un comunicado.
Por otro lado, desde el sector de Las Kellys, las camareras de piso, se muestran favorables a la tasa turística. Según destacan colectivos como este, el impuesto podría usarse para mejoras en las condiciones del trabajo del sector turístico, así como para formación y atención a la seguridad y salud de los empleados
Cataluña ya ha recaudado 371 millones de euros
Actualmente, tan solo dos autonomías españolas contemplan un gravamen al turismo. Y precisamente son las que más turistas extranjeros y nacionales reciben. Cataluña y Baleares tienen este impuesto vigente desde 2013 y 2016, respectivamente.
Según la Agencia Tributaria de Catalunya, desde 2013 las arcas públicas han llegado a recaudar hasta 371 millones de euros. Además, esta comunidad autónoma aprobó recientemente un aumento del importe que rozará los 4 euros por persona y noche en Barcelona. El recargo varía en función del alojamiento y del municipio, con un mínimo de 90 céntimos por persona y día y la recaudación se reparte a medias entre Generalitat y Ayuntamientos, destinando el 50% para planes de fomento del turismo.
En Baleares, este gravamen se creó en un principio como “ecotasa” para reducir el efecto del turismo en la contaminación de las islas. Según sea la temporada baja o alta, se recauda una cantidad determinada, ya que hay diferencias. El precio varía también en función del tipo de alojamiento.
En ninguna de estas dos autonomías se observa un descenso de visitantes y tampoco un aumento en el índice de precios, tal y como indica un informa de la Fundación Nexe. De hecho, desde su aplicación en Cataluña, se ha pasado de 63,6 millones de pernoctaciones en 2013 a 76,5 en 2019, y en este periodo, el número de pernoctaciones se ha incrementado el 20%. En este sentido, en 2019, de los 58,2 millones de pernoctaciones hoteleras que se registraron en Cataluña, y que pagaron la tasa correspondiente, el 73% fueron de turismo extranjero".
Por lo que respecta a la situación valenciana, ya se han realizado informes preliminares que prevén que este impuesto no tendría impacto en la demanda turística en el caso de que sea de 2 euros por persona. Sin embargo, el informe de la Comisión para la reforma tributaria valenciana, ratificado por el Gobierno autonómico en el último pleno, desaconseja la implementación "en las circunstancias actuales" de este tributo. Así, el debate acerca de esta tasa turística continúa abierto.