El alcalde de València, Joan Ribó, ha subrayado este miércoles que el acuerdo alcanzado en el seno del Consell del Botànic es que el proyecto de la tasa turística se presente y se aplace su aplicación hasta 2023 "pero no más", y ha instado a detractores de esta medida, como el secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer, a que pregunten por ella en territorios donde gobierna el PSOE, como las Baleares, y en los que está vigente.
Así lo ha indicado en la rueda de prensa en la que ha dado a conocer los actos que se celebrarán en València por los 35 años del Jardín del Turia, al ser preguntado por la discusión en torno a esta tasa, y por las declaraciones del president de la Generalitat, Ximo Puig, quien volvió a señalar este martes que cree que no es el momento para aplicarla.
Se trata de un impuesto que han proyectado los socios del gobierno autonómico (PSPV-Compromís-UP), de entre 0,5 y dos euros por jornada y a aplicar por los ayuntamientos que decidan cuando pase un año de moratoria desde su aprobación definitiva.
"Creo que mi grupo ha llegado a un acuerdo del Gobierno de la Generalitat para que se presente el proyecto y se aplace hasta 2023 pero no más", ha recalcado Ribó, quien ha añadido que se trata de un impuesto que tiene la "inmensa mayoría de ciudades europeas" y no afecta al número de visitantes que reciben.
En esta línea, ha instado a preguntar al alcalde de Venecia, a la alcaldesa de Ámsterdam "o a quien quieran" y ha hecho hincapié en que no la pagan ni los hoteleros ni quienes viven en la ciudad sino los visitantes. "Y es una cosa absolutamente razonable porque utilizan servicios que tenemos que pagar los valencianos, y si no lo hacen ellos, lo tenemos que hacer nosotros", como en el caso de la seguridad o la limpieza.
Por ello, ha instado a quienes se oponen a la tasa, como a Colomer, --quien no descarta dimitir en caso de que se aplique-- a que expliquen los motivos de esa oposición porque no les entiende y no lo ve "comprensible".
"¿Por qué no preguntan a las Baleares?, por ejemplo, donde gobiernan ellos... porque yo he hablado con el alcalde de Palma y no hay ningún problema", ha expuesto Ribó, quien incide en que "no tiene sentido" ya que "es una manera de ayudar a tener servicios de calidad para turistas y valencianos y para que el coste de estos servicios no recaiga en los que vivimos en esta ciudad".