Este domingo, el departamento de salud de la Ribera, gestionado hasta ahora por la empresa Ribera Salud, volverá a ser controlado directamente por la Conselleria de Sanidad Universal al no renovarse el contrato de concesión que finaliza este 31 de marzo. El gerente del departamento, Javier Palau, ha confirmado que la empresa colaborará “sin duda” en los días que quedan porque, como profesionales, “no tolerarán” que haya ningún problema el día 1.
Así, anunció una "transición tranquila" que contrasta con la actitud que ha mantenido la empresa concesionaria desde que a finales de 2016, el president de la Generalitat Ximo Puig anunciara la reversión del departamento. A partir de esa fecha, Ribera Salud emprendió una intensa batalla judicial -presentaron, al menos, 48 recursos contencioso-administrativos entre 2016 y 2017- contra la Conselleria de Sanidad Universal, dirigida por Carmen Montón. Sin embargo, a la luz de los acontecimientos, la estrategia no ha prosperado y la reversión se llevará a cabo. Por ello, a falta de cuatro días para que sea una realidad, Ribera Salud da finalmente su brazo a torcer.
Palau también resaltó que Ribera Salud deja el departamento en manos de la Generalitat sin "nada guardado en los cajones" y con "excelentes indicadores asistenciales, de calidad y de promoción de salud", por lo que considera la reversión, una decisión "poco brillante" y un "paso atrás" después de 20 años de gestión por parte de la empresa.
Ayer también se reunieron el president Ximo Puig y la consellera de Sanidad, Carmen Montón, con los alcaldes de la Ribera con motivo de la reversión. El jefe del Consell señaló que este proceso se ha hecho “desde la tranquilidad, desde la serenidad y desde el diálogo” y aseguró que “se va a aumentar la cartera de servicios, se va a aumentar el personal y se va a hacer un esfuerzo muy grande en la atención primaria". Y es que el plan que presentó la propia consellera la semana pasada cuenta con 8 millones de euros aproximadamente.
En ese sentido, Carmen Montón detalló que se realizará una inversión de 5,7 millones para mejorar la tecnología, tanto la vinculada a la oncología, área en la cual hay “una obsolescencia importante”, como la referida a la atención primaria, con nuevo equipamiento. “De este modo se puede dar una respuesta más rápida a la ciudadanía”, afirmó.
Para el presidente de la Generalitat, “la prioridad son las personas” y, por lo tanto, señaló, “los ciudadanos de la Ribera tienen que estar totalmente convencidos de que juntos vamos a avanzar también porque tengan una mejor sanidad”. De hecho, Puig añadió que el anterior modelo “había fracasado” y que la gestión que se instaura a partir de abril “es un nuevo impulso”. “Este es un Gobierno que piensa, sobre todo, en el interés general y en el interés de las personas”, manifestó.