Las residencias de la Comunitat Valenciana, ante un nuevo modelo con mejores ratios de personal y centrado en la persona

La Conselleria de Igualdad ultima la modificación del modelo sociosanitario valenciano

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Una usuaria con una trabajadora de una residencia
Una usuaria con una trabajadora de una residencia

Con la necesidad de adaptar las residencias valencianas a los nuevos modelos, la Conselleria de Igualdad ultima los preparativos para modificar el actual modelo socioanitario valenciano. Esto se llevará a cabo a partir del decreto de tipologías, uno de los textos que permite el desarrollo normativo de la ley valenciana de Servicios Sociales Inclusivos. El proceso permitirá derogar hasta 15 normativas, algunas de las cuales no se actualizaban desde hacía 20 años.

"La antigüedad de estas normas supone que muchos recursos de servicios sociales se encontraran con ratios tremendamente desactualizadas y que no tienen en cuenta los perfiles actuales de las personas usuarias", afirman desde Igualdad.

Así, dentro del ámbito de las residencias para personas mayores, se aspira a consolidar un modelo que se centre en la persona y tenga recursos propios de un hogar. Esta idea ya ha sido aplicada en nuevas obras proyectadas o puestas en marcha como las obras del Pla Convivint de Infraestructuras Sociales o la Residencia Lledó de Castelló. Además, se plantea aumentar los ratios de personal y centros más pequeños con el objetivo de conseguir una atención personalizada.

Así, en las residencias de mayores con 100 plazas, la ratio de atención directa pasa de 27 profesionales cada 100 plazas hasta los 59 de un centro autorizado. Sin, embargo, desde Aerte señalan que no se han establecido estos ratios con evidencias científicas ni de eficacia. En los centros de día, de 5 plazas, los ratios de atención directa están cerca de triplicarse (de 6 a 16,5 profesionales).

En la misma línea, aumentan los auxiliares de enfermería (de 4 a 15) y se introduce la figura del enfermero o enfermera. También se limitan a 100 plazas las residencias para personas mayores y se establece la obligatoriedad de que estén articuladas en unidades de convivencia.

Entre algunos cambios que se aplicarán, destacan el impulso de la autonomía personal reforzando la ayuda a domicilio y los recursos de atención diurna, modelos convivenciales similares a un hogar y atención a los perfiles de las nuevas personas usuarias, con un mayor grado de dependencia.

Por otro lado, se mejoran los espacios de atención con disponibilidad de espacios al exterior para ejercicio físico y ocio en las residencias y centros, con más metros cuadrados por usuario. Se plantean 50 metros cuadrados, como mínimo, lo que supone que una residencia de 100 plazas requerirá unos 5.000 metros cuadrados.

Habŕan también habitaciones exclusivas para preparar y acompañar en la muerte para que se produzca en situaciones dignas, por lo que se facilitará la hospitalización domiciliaria. Así, los espacios de los centros ya autorizados no deberán efectuar cambios salvo casos en que se aborde una reforma sustancial, en cuyo caso deberá hacerse cumpliendo la nueva normativa.

El decreto reforzará los perfiles profesionales en aquellos ámbitos que Igualdad ha considerado necesarios. Por ejemplo el decreto de tipologías refuerza la figura profesional de la enfermera o el enfermero, ya que solamente en los centros residenciales y de atención diurna de personas mayores y de personas con diversidad funcional se van a incrementar en 469 el número de profesionales de este ámbito que estarán a jornada completa, respecto a la legislación vigente actual.

Eliminación de restricciones

El pasado viernes el Consell ratificó la resolución de la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas que elimina todas las restricciones por COVID-19 que existían para las salidas de las personas usuarias de las residencias de mayores, que a partir de ahora también podrán recibir visitas sin ningún tipo de limitaciones, más allá de las establecidas por la normativa sanitaria.

La nueva resolución establece el plan de actuación en las residencias de personas mayores dependientes, los centros de día, las viviendas tuteladas y los centros de atención a personas mayores (CEAM/CIM), en el contexto de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.

El texto elimina las limitaciones de horario y número de personas que podían visitar a sus familiares y allegados en las residencias, y establece que se deberá seguir lo previsto en el reglamento de régimen interior de los centros y siempre garantizando un mínimo de 2 horas a la semana de visitas por persona residente.

Las visitas deberán hacerse, en la medida de lo posible, evitando las zonas de paso común y con las debidas medidas de seguridad, higiene y prevención de la COVID-19 establecidas tanto para las personas profesionales como para las personas residentes y visitantes.

La nueva normativa también permitirá a las familias y personas allegadas acceder a las habitaciones de los y las usuarias en aquellos casos en los que tengan una situación de gran dependencia que les obligue a estar encamados, o para ayudarles en la revisión de ropa o enseres que puedan necesitar en los cambios de temporada.

Estas nuevas normas son de aplicación para todas aquellas residencias que tienen alta cobertura de vacunación (por encima del 80%), al igual que las que eliminan todas las restricciones anteriores que afectaban a las salidas con pernoctación de los centros.

Así, solo en los centros con baja cobertura de vacunación se prohibirá la salida de las personas no vacunadas cuando el lugar al que quieran ir se encuentre en nivel de alerta 2 o 3.

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