Hoy, 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia hacia la Mujer. En 2019, se contabilizan ya 50 víctimas de la violencia machista, más que todo el año 2018. Una lacra social que se combate, sobre todo, con educación y perspectiva de género.
“La violencia de género es la expresión más trágica de la desigualdad”
Isabel García, diputada de Igualdad de la Diputación de València, lo tiene claro: “mientras sigamos educando a niños y niñas de forma desigual, tendremos personas adultas que considerarán a las mujeres personas diferentes a ellos”. Por eso, señala a la coeducación como una de las herramientas clave. “El cambio fundamental para acabar con la violencia de género está en las mentalidades, y eso no se consigue con la ley, sino replanteándonos de qué forma estamos educando a nuestros hijos e hijas”.
¿Cuál sería el reto en Igualdad en esta legislatura?
Esta es la segunda legislatura que existe la Delegación de Igualdad. En la anterior legislatura se inició una política en Igualdad que en la Diputación no había existido. La Diputación es una administración muy importante, sobre todo en el ámbito de la provincia de València, porque tiene la función de apoyar a sus diferentes municipios, no solo económicamente, sino también con otro tipo de políticas, como políticas de Igualdad, que son fundamentales. Entonces, que en la legislatura anterior se pusieran en marcha estas políticas de Igualdad en el ámbito de la provincia de València es un paso importante. Y que se pusiera en marcha también la Red de Municipios Protegidos contra la Violencia de Género fue un cambio que ha supuesto un gran avance.De hecho, se han puesto en contacto con nosotras desde otras diputaciones para conocer el proyecto de la Red. La Red ahora la conforman 62 municipios y, a parte de asesoramiento y apoyo económico, las líneas a seguir es donde tenemos que incidir, es decir, en qué objetivos marcarnos cada año para que todos los municipios, a través de la Red, vayamos en la misma línea. Es un instrumento que lo considero fundamental porque con el tema de la violencia de género, que es muy complejo, tenemos que incidir cada vez en aspectos diferentes.
Además, el tema de la coeducación es fundamental para mí porque en los municipios no solamente se trabaja la educación en los centros educativos, sino en las familias, en las escuelas deportivas, en las asociaciones juveniles... Y el municipio es fundamental porque está en contacto con la ciudadanía y conoce sus problemas, por lo que puede acceder perfectamente a más rincones.
Entonces, el tema de la coeducación es fundamental y, también, la atención a los niños y las niñas porque son los grandes olvidados de la violencia de género. No se les reconoce como víctimas, y son víctimas físicamente, porque llegan a morir, pero también son víctimas porque viven la situación. Solamente salen en los medios los asesinatos, pero hay muchas familias que están en esta situación.
¿Cómo beneficia la Red de Municipios Protegidos contra la Violencia de Género a los municipios que la integran?
Además de los proyectos en el tema de la campaña de prevención de violencia de género, dirigido a campañas de sensibilización y prevención, realiza también proyectos propios de cada municipio. Entonces, dependiendo de cada actividad, desde la Red se le da ese apoyo económico para esas campañas y proyectos.Pero nosotros queremos dar un paso más. Por eso digo que cada año tenemos que insistir en un aspecto porque el tema de la violencia de género tiene muchos aspectos donde dirigirse. Y, en este sentido, para mí la coeducación es fundamental. Mientras sigamos educando a niños y niñas de forma desigual, tendremos personas adultas que considerarán a las mujeres personas diferentes a ellos. La igualdad se aprende y tenemos que ser conscientes que tenemos que enseñar en igualdad, y no solamente en las escuelas, como decía antes, sino también en todos los aspectos donde se está con menores.
Muchos defienden que la desigualdad es una de las principales causas de la violencia de género...
“El auge de la ultraderecha es algo muy peligroso porque está rearmando otra vez ese ideario machista”
Sí. La violencia de género es la expresión más grave, o más trágica, de la desigualdad. Efectivamente, vivimos en una sociedad que es desigual porque negar esto es una irresponsabilidad enorme. Las mujeres y los hombres tienen salarios diferentes, acceden a puestos directivos diferentes, hay una invisibilización histórica de todas las aportaciones de las mujeres, las niñas no tienen referentes femeninos para construirse a la hora de elegir una profesión… Todo eso lo tenemos interiorizado en nuestra mente, vivimos en una sociedad en la que se nos educa de esta manera, de forma inconsciente muchas veces, pero es así. El problema es cuando esta situación la naturalizamos.
Estamos hablando de violencia de género de pareja, que es lo que dice la ley, pero hay muchas más violencias machistas que no se recogen. En este caso, el hombre maltratador, cuando ve que su parcela de poder se pierde, porque él se considera superior a su mujer y a sus hijos, él quiere imponer su criterio a base de lo que sea, y su último recurso es la violencia. De hecho, es “la maté porque era mía”; y, además, se suicida; y, además, mata a los hijos porque es lo que más quiere su mujer, porque es él quien decide quién tiene vida y quién no tiene vida. Es así de trágico.
Y todo esto es una construcción basada en la desigualdad, en un papel preponderante que se le ha dado al hombre, pero de forma ya ancestral, y no se puede cambiar de la noche a la mañana. Hay un cambio fundamental que tenemos que replantearnos. Y eso pasa por la coeducación, es decir, empezar a tratar a niños y niñas de iguales, pero enseñarles que viven en una sociedad desigual y que tienen que aprender a respetarse desde la igualdad. Por eso es tan complejo.
Además, parece que entre los adolescentes hay un repunte de control a sus parejas...
“A los menores no se les educa en unas relaciones afectivas desde la igualdad, no existe educación sexual”
Los últimos estudios nos están alertando de que las redes sociales, a pesar de que son buenas, tienen su carácter de control. Las niñas se educan en la idea de que tienen que ser princesas, esperar a su príncipe y vivir un amor romántico. Y lo estamos viendo en todas las películas y series desde que somos pequeños. Todos los cuentos y canciones nos dicen cómo tienen que ser las niñas y cómo tienen que ser los niños. Entonces, cuando llegan a una relación en la adolescencia, las niñas esperan ese amor platónico, romántico e ideal. Y ellos se están educando en la pornografía. Entonces, en las primeras relaciones las niñas están con un relato del amor que no tienen sus compañeros. No se les educa en unas relaciones afectivas desde la igualdad, no existe educación sexual, que es otro déficit.
Entonces, se reproduce todo lo que estamos diciendo y, además, en las redes sociales ese poder de control aumenta más. Se están dando casos en los que entienden que los celos son síntoma de amor, y no, son síntoma de control. Por eso es tan importante empezar desde bien pequeños con la coeducación, que no es lo mismo que educar.
¿Llegará un momento en el que se erradique la violencia de género?
Yo creo que sí. Pero de hoy para mañana no es posible. En España, tenemos la Ley Integral contra la Violencia de Género, con la que España fue pionera en el 2004. En cambio, en Italia, todavía no lo tienen ni claro; En Francia, todavía hablan de la violencia de género como amor pasional. España es pionera en estos temas. Y la ley ayuda mucho, porque al ser integral, desde diferentes ámbitos se está trabajando. Pero el cambio fundamental está en las mentalidades, y eso no se consigue con la ley. La mentalidad se cambia de generación en generación y replanteándonos de qué forma estamos educando a nuestros hijos e hijas. A veces, inconscientemente, decimos cosas que por haber aprendido a decirlas, las retransmitimos. Y, a veces, tenemos que reflexionar para desaprender y no decir ciertas cosas.Tenemos mecanismos de protección, existen leyes, pero siguen habiendo mujeres asesinadas. ¿Qué está fallando?
La falta de formación. Perspectiva de género. En todos los ámbitos que intervienen en un caso de violencia de género, como sanidad, educación, cuerpos y fuerzas de seguridad, magistrados, jueces, abogados… todos tienen que tener perspectiva de género y estar formados en violencia de género. Porque estamos hablando de un tema muy complejo, porque la persona no es una persona ajena a ti que te está haciendo la vida imposible. Es la persona que dice que te quiere. Ahí está la complejidad. Además, está viviendo contigo y es el padre de tus hijos.La mujer víctima tiene muchas fases para entender el problema. Además, la violencia de género es algo progresivo, hay un proceso largo de humillación, de vejación, de anulamiento. Todo es muy complejo. Por eso se tiene que formar a las personas. No es un asesinato normal y corriente, es un problema muy grave, porque es la persona que dice que te quiere la que te está haciendo daño.
Entonces, el asesinato sería la punta del iceberg...
Exactamente. Si fuera un iceberg, el asesinato sería la punta. Pero dentro, hay mucho más. Hay maltrato psicológico, económico, sexual. Y miles de mujeres están viviendo esa situación con sus hijos e hijas. Por eso la situación es tremenda en España, en Europa y en el mundo. No es específico de España. Lo que creo es que en España hemos avanzado en la visibilización del problema. Antes estaba más oculto, pero ahora se está haciendo público. Es verdad que la gente ahora ya no lo va tolerando, afortunadamente, pero también es verdad que, ahora, tenemos un problema, y es que se ha dado un paso atrás con el auge de la ultraderecha. A mi entender, es algo muy peligroso porque está rearmando otra vez ese ideario machista.Exacto, en las últimas elecciones, hemos visto como un partido que niega la violencia de género y criminaliza el feminismo ha logrado un importante respaldo...
Esto es un problema de derechos. La línea roja tiene que ser los derechos y los principios democráticos. O estás en los principios democráticos y en la defensa de los derechos de las mujeres o no. Porque si las mujeres avanzan, avanzamos toda la sociedad.Las personas que somos demócratas tenemos que posicionarnos. No podemos reírnos ni alardear de todas las barbaridades y mentiras que están diciendo. Tenemos que ser firmes en este tema. Y ahí ellos se mueven muy bien, en esas mentiras, porque tienen cobertura mediática. Los medios de comunicación creo que también se tienen que replantear muchas cosas de las que están haciendo porque, en los últimos meses, se ha estado cultivando el huevo de la serpiente, y al final ha salido la serpiente. Y va en perjuicio de todos, de toda la sociedad.
A pesar de vivir en una época de sobreinformación, ¿Crees que hace falta mucha información?
Sí, porque nos movemos a base de tuits, a base de mensajes cortos sin analizar… Las mentiras falsas corren más que la sensatez o la reflexión. Y yo creo que eso favorece mucho a la extrema derecha. Cuesta explicar y argumentar porque nos estamos moviendo en un contexto donde todo tiene que ser instantáneo.En ocasiones, se intenta hacer ver que el feminismo es cosa de mujeres, pero los hombres también tienen que formar parte...
El feminismo es de hombres y mujeres. La extrema derecha quiere ver esto como una guerra de sexos. Y esto no va de guerra de sexos. Es defender los derechos de las mujeres en una situación de desigualdad y, si eres demócrata, tienes que defender que todas las personas tengan los mismos derechos. Y las mujeres somos más del 50 % de la población. Nos encontramos en una situación de desigualdad y, para llegar a esta igualdad, tienes que favorecer que los que están abajo lleguen hasta el mismo nivel que los de arriba. Hablamos de equidad. No puedes tratar a una situación desigual de forma igual, porque, si no, la desigualdad sigue igual.Esto beneficia a hombres y mujeres, a toda la sociedad. Todos tenemos compañeros y tenemos hijos y queremos que nuestros hijos traten bien a sus compañeras desde el respeto.
¿Cómo va a celebrar la Diputación de Igualdad el 25-N?
Hemos realizado la IV edición de los Premios Celia Amorós, que también se pusieron en marcha en la legislatura anterior. Son unos premios al reconocimiento y a la visibilización de las mujeres. Se entregan cuatro premios de cuatro categorías: ayuntamiento, asociación, personal y proyecto, siempre en defensa de la igualdad entre hombres y mujeres y en la lucha contra la violencia de género.Y este viernes, el día 29, como es el primer año de la Red de Municipios Protegidos contra la Violencia de Género, vamos a hacer unas jornadas de trabajo para que sea un altavoz de lo que se está trabajando en los diferentes ayuntamientos que forman la Red. Se van a establecer varias mesas porque lo importante es dar a conocer las prácticas de cada ayuntamiento y aprender de unos y de otros. Y en ese sentido, el día 29 haremos el primer encuentro de municipios adheridos a la Red, que nos sirve como momento de reflexión para saber cada uno donde está y que está haciendo, a parte de los planes de Igualdad a nivel municipal.