El concejal del Grupo Popular, Santiago Ballester, ha advertido que la formación del observatorio del ocio llega con más de dos años de retraso, se aprobó en febrero de 2019 por unanimidad, pero desde entonces “no han hecho absolutamente nada y el problema del botellón ya se les ha ido de las manos pues se extiende por muchos barrios de nuestra ciudad”.
“El PP solicitó hace más de un año la reunión con la delegada del Gobierno para tratar los problemas del botellón tema y aún estamos esperando. El alcalde como siempre llega tarde y mal a los problemas que afectan a la convivencia en muchos barrios de la ciudad”, explicó Ballester.
Gastados 168.000 pero sin ordenanza de civismo. Ballester señala que “no es el único retraso, la ordenanza de civismo lleva ya un retraso de seis años. El Gobierno de Ribó y PSOE llevan gastados ya más de 168.000 en una catedra de la Universitat de Valencia que debía elaborar la ordenanza y que ha gastado el dinero de los valencianos, entre otras cosas, en comidas, viajes, taxis y ordenadores Mac, pero la ordenanza aún no se ha aprobado”.
Ballester ha vuelto a tender la mano al Gobierno de Ribó y PSOE, “tendrán todo nuestro apoyo sin ponen en marcha un plan serio para erradicar el botellón y en la creación de una unidad específica para luchar contra el botellón. Pero seguiremos en la oposición si siguen vendiendo cortinas humo sin dar respuesta a lo que vienen sufriendo los vecinos de nuestros barrios desde que se acabaron las restricciones”.
El botellón que ya se extiende por muchos barrios de la ciudad, el último de ellos Benimaclet, y esta situación lleva aparejada problemas de suciedad y salubridad, así como actos vandálicos y tráfico de drogas al menudeo. Entre las zonas donde se viven los fines de semana serios problemas están la plaza Honduras y avenida Blasco Ibáñez. Hasta once puntos de botellón hay en la ciudad de Valencia, según datos de la propia Policía Local de Valencia.