El resultado de las elecciones autonómicas del 28 de mayo plantea un escenario en el que podría haber un cambio radical en las políticas impulsadas por Les Corts fruto de un gobierno que, a priori, estará marcado por la entrada de la ultraderecha. Pese a la intención del líder del Partido Popular, Carlos Mazón, de formar un gobierno en solitario, desde VOX dan por hecha su entrada en el futuro Consell, ya que será necesario su apoyo para sumar los diputados necesarios que certifiquen el final de los ocho años de Botànic en la Generalitat.
El anuncio de unas próximas elecciones generales ha hecho que la formación ‘popular’ se desmarque de la posibilidad clara de un pacto con VOX, queriendo evitar la imagen de acuerdo con una fuerza ultraderechista en plena campaña por la Moncloa. Y es que el peaje que deberá pagar la formación pasará por peticiones como la derogación de leyes sociales como la Ley Trans, dejar fuera de ayudas a personas migrantes o cerrar À Punt y la Academia Valenciana de la Llengua (AVL).
Precisamente ayer, Carlos Flores Juberías, candidato de VOX a la Generalitat Valenciana, anunciaba en su cuenta de Twitter la intención de la formación de hacer desaparecer la AVL, la institución encargada de redactar la normativa lingüística del idioma valenciano. Un hecho, por otro lado, que no podría salir adelante, ya que es necesario el apoyo de 60 diputados (actualmente PP tiene 40 y VOX 13).
Sin embargo, este es solo un aviso de las políticas que propondrán al Partido Popular para dar su apoyo de investidura a Carlos Mazón. De hecho, el propio Flores Juberías ya avisaba en la noche electoral que “VOX no hará regalos ni aceptará chantajes”.
Derogar las leyes sociales del Botànic
Dentro del programa de VOX en la Comunitat Valenciana, una de las principales prioridades es la derogación de "todas las leyes de género y de memoria histórica" impulsadas durante los ocho años de gobierno del Botànic. Esto incluye la pionera Ley Trans, así como otras leyes autonómicas consideradas "superfluas" como la Ley de Vivienda, que busca proteger contra el acoso inmobiliario, y la Ley de Cooperación y Desarrollo Sostenible.
Además, el partido de ideología ultra tiene como objetivo central "colocar a la familia en el centro de todas las políticas públicas", como respuesta a lo que consideran una supuesta falta de apoyo institucional y ataques progresistas. La "perspectiva de familia" se convertirá en el eje principal de "toda norma" en la legislación y los presupuestos relacionados con la educación, la sanidad, la vivienda y el transporte.
Negar ayudas sociales a personas migrantes
Otra de las propuestas que ha generado controversia es la llamada "prioridad nacional" en el acceso a ayudas y bonificaciones sociales, con el objetivo de mitigar los efectos de la crisis económica y la inflación. Sin embargo, esta medida excluye a las personas migrantes, lo que ha sido señalado como una clara discriminación basada en el origen. Asimismo, el partido pretende eliminar la asistencia pública que consideran que genera un atractivo para la inmigración ilegal.
Además, VOX aboga por la "reducción drástica" de impuestos, con el fin de aliviar la carga fiscal sobre los ciudadanos. Además, plantean el cierre de organismos del sector público que consideran "superfluos" y la finalización de las subvenciones a partidos políticos, sindicatos, asociaciones empresariales y "todas las entidades separatistas".
Cierre de À Punt y apoyo a la tauromaquia
El cierre de la radio televisión valenciana, À Punt, es otra de las reivindicaciones de la formación. Pese a que no se contempla en el programa electoral, VOX amenazó a la cadena por un reportaje realizado por el 25 de abril, día que se conmemora la pérdida del autogobierno valenciano por la Batalla de Almansa. “Aprovechad lo que os queda en el convento, que os vamos a cerrar”, advertía VOX en Twitter. Y es que para la formación, la cadena supone un “desperdicio de dinero de todos” además de una “máquina de adoctrinamiento separatista”.
En cuanto a la cultura, el partido de extrema derecha se enfoca en la defensa de "tradiciones, costumbres e instituciones propias" frente a lo que consideran como los "falsos países catalanes". Su propuesta implica establecer una "protección legal" y brindar ayudas institucionales para preservar un patrimonio que consideran "fundamental para la identidad nacional". Además, defienden sin complejos la práctica de la caza y la tauromaquia.
En relación al medio ambiente, aparte de negar el cambio climático, la formación política muestra su apoyo a la prolongación de la vida útil de centrales nucleares como la de Cofrentes. Esta central tiene previsto su cierre definitivo para el 30 de noviembre de 2030, pero VOX se inclina por mantenerla en funcionamiento, en lugar de promover el desarrollo de energías renovables. Esta postura podría suponer un obstáculo para proyectos relacionados con energías limpias.
Con todo ello, el Partido Popular deberá afrontar el dilema de intentar formar un gobierno estable en minoría o tratar de gestionar la Generalitat con las políticas ultraconservadoras de la extrema derecha.