"No dimitir es una postura ética, estética y política y no una personal. Soy coherente y lo seguiré siendo". La vicepresidenta y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, ha descartado dimitir tras su imputación por el presunto encubrimiento de los abusos de su exmarido a una menor tutelada, en su comparecencia habitual tras el pleno del Consell, y ha atribuído la presión ejercida por la oposición para que abandone el cargo como "una cacería de la extrema derecha".
Durante la rueda de prensa ha asegurado que no ha hablado de su imputación con el president de la Generalitat, Ximo Puig (PSPV), porque "ya sabe lo que hay", y ha rechazado que este caso sea equiparable a las exigencias que ella hacía al PPCV y al 'expresident' Francisco Camps en su etapa en la oposición antes de 2015: "Cualquier comparación con el comportamiento corrupto del PP es odiosa".
Asimismo, Oltra ha resaltado que el auto del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) detalla que “no existe prueba directa” contra ella. “Nos mantenemos en las mismas condiciones que todo este tiempo. Es imposible que 13 personas digan la verdad. ¿Todas mienten para salvarme a mi? Muchas no las conozco, no sé lo que votan, no sé lo que piensan… Pero lo único cierto es que la verdad es la verdad”.
Al respecto la vicepresidenta del Consell considera que “ninguna fase del proceso judicial cambia la realidad o la verdad ni la realidad” y ha recordado que “mi trayectoria siempre se ha basado en defender a la gente ante las injusticias”.
La también coportavoz de Compromís está imputada por la sala de lo Civil y Penal del TSJCV y citada a declarar el próximo 6 de julio. El Juzgado de Instrucción 15 de València remitió las actuaciones en abril al estimar que existían hechos presuntamente delictivos atribuidos a ella, ante su condición de aforada.