La vicepresidenta de la Generalitat y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra, ha mantenido este martes que es "razonable, posible y probable" acabar la legislatura en la Comunitat Valenciana, aunque ha señalado que, como ha enseñado esta pandemia, "nunca se sabe qué puede pasar".
Oltra, en una entrevista en La Hora de la 1 de TVE recogida por Europa Press, ha señalado que en estos momento lo "razonable" es que no haya un adelanto electoral en la Comunitat Valenciana sino centrarse en "gestionar la situación".
En ese sentido, preguntada por si además de razonable acabar la legislatura es posible, ha replicado: "posible también es". "Si lo razonable no fuera posible --ha señalado-- estaríamos mal".
Con todo, ha señalado que "nunca se sabe qué puede pasar" y por ello no se aventura a hacer planes a largo plazo porque "la vida te puede cambiar en 48 horas" como ha demostrado este virus. "Es importante conservar esa enseñanza para ser más humildes y no creernos omnipotentes", ha reclamado.
En ese sentido, ha insistido en que el Botànic mantiene su "salud de hierro" y que es "el más estable de la historia del autogobierno". "Lo que está a pruebas del bombas es el Botànic y luego hay diferentes miradas, pero las diferencias no es sinónimo de división", ha aclarado.
De hecho, ha defendido "no fingir una unanimidad que no existe" porque "la impostura es lo primero que no quiere la ciudadanía, sino que exige ser sinceros, leales unos con otros y poner nuestras energías a llegar a acuerdos, lo que se consigue buscando el punto en común".
MIRADA PLURAL
En ese sentido, sobre las relaciones entre Compromís y los socialistas, ha comentado que hay que respetar "las miradas plurales" en un Gobierno cuando, además, "ni siquiera en un mismo partido existe unanimidad". Por ello, "hay diferentes formas de diagnosticar un problema y de proyectar una solución dentro de un proyecto en común y eso enriquece".
Oltra, ante la salida del vicepresidente segundo y conseller de Vivienda Rubén Martínez Dalmau y su sustitución por Héctor Illueca, ha aclarado que un Gobierno "no puede ser un sitio donde se atrape a la gente y no pueda salir", pero ha recalcado: "A un relevo con toda normalidad no le llamaría crisis, sino que la renovación también es necesaria cuando las partes así lo deciden".