Las familias valencianas se han enfrentado, este año, a un proceso de admisión escolar diferente del que se venía haciendo en los últimos años. Y es que la aplicación por parte de la Conselleria de Educación del distrito escolar único ha permitido optar a cualquier centro educativo independientemente de la zona de residencia. Un cambio que no ha estado exento de polémica. Y es que junto a la aplicación del distrito único también se ha introducido cambios en el proceso de baremación, incorporando un punto extra que se podía otorgar a criterio del consejo escolar en el caso de los colegios públicos o por parte de la titularidad del centro en los concertados.
Como ha explicado a este diario el presidente de FAMPA (Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos) de la provincia de Valencia, Rubén Pacheco, “el distrito escolar único ha acabado con la planificación de las zonas escolares generando segregación escolar; pero el criterio específico de baremación, que parece insignificante, es, sin duda, un elemento discriminatorio de procedencia ideológica, socioeconómica y cultural”. Y es que aunque gracias a una queja elevada al Síndic de Greuges por parte de FAMPA se eliminaron algunos criterios para otorgar ese punto extra, “sigue siendo discriminatorio. Por poner un ejemplo, los centros pueden dar un punto extra si ambos progenitores trabajan, pero no está la posibilidad de otorgar ese punto si uno de los dos está en paro”.
De esta manera, afirma Pacheco, “hemos sido la vergüenza del estado español. Nos han vendido como libertad educativa un distrito único escolar y un criterio de baremación que aísla a las familias más vulnerables y que segrega al alumnado”. En este punto, desde FAMPA quieren hacer hincapié en que “todos estos cambios se han aprobado sin consultar con la asociación mayoritaria de Padres y Madres, que somos nosotros. Porque en FAMPA abogamos por la proximidad y la zonificación escolar, y no por un proceso de admisión que, además, va en contra de la LOE y la LOMLOE”.
Por su parte, el director general de Centros Docentes de la Conselleria de Educación, Universidades y Empleo, Jorge Cabo, ya afirmó que el decreto de admisión de la Comunitat Valenciana “beneficia al alumnado más vulnerable, priorizando a los niños de acogida y a las familias con rentas más bajas”, y señalaba que en el decreto del Gobierno anterior “no se respetaba la preferencia de los tres criterios prioritarios establecidos en la LOE (Ley Orgánica de Educación), como eran la existencia de hermanos matriculados en el centro, la proximidad del domicilio o del lugar de trabajo de alguno de los padres o tutores legales y la renta per cápita de la unidad familiar”.
Cambios en el proceso de admisión
Las familias han podido elegir hasta 12 colegios, independientemente de si se encontraban en su área de residencia. Es la primera modificación que se ha llevado a cabo con el distrito escolar único. Como explicaba el conseller de Educación, José Antonio Rovira, “este modelo está basado en uno de libre elección de centro que se ajuste a los intereses y convicciones de las familias, con posibilidades reales de acceder al mismo; algo que antes no estaba permitido”.
Pero, además, se han cambiado los criterios de baremación que han quedado de la siguiente manera: 10 puntos por domicilio en el área de influencia del centro y 5 puntos por limítrofes; 15 puntos por la presencia de hermanos en el centro elegido; entre 4 y 7 puntos en función de la renta per cápita; 7 puntos para docentes que tengan a sus hijos en el mismo centro; 7 puntos especial y 5 general para familias numerosas y monoparentales; 1 punto para el alumnado nacido de parte múltiple; 15 puntos por cada uno de los hermanos o hermanas, u otros niños, niñas o adolescentes integrantes de la familia de acogida o guardadora con fines de adopción, que solicitan plaza por primera vez en la Comunitat Valenciana o cambian de localidad de residencia; y otros dos para alumnado que compagine sus estudios con enseñanzas regladas de música o de danza, así como los deportistas de élite.
Además, los centros educativos podían añadir un punto extra en base a criterios, como la existencia de hermanos en el centro, la proximidad del domicilio, el expediente académico en el caso de la admisión a Bachillerato, o la condición de antiguo alumnos de alguno de sus padres o hermanos, entre otros.
Resultados del proceso de admisión
Tal y como ha publicado la Conselleria de Educación, el 96,44 % del alumnado de 3 años de Infantil ha conseguido plaza en el centro educativo solicitado en primera o segunda opción.
Por provincias, un 96,20 % de los niños de 3 años de Alicante ha obtenido plaza en el centro educativo solicitado en primera o segunda opción, el 96,17 % en la provincia de Valencia y el 98,69 % en la de Castellón. Asimismo, el 98,5 % del alumnado de 1º de Infantil ha conseguido plaza en alguno de los centros solicitados durante el proceso de admisión.
No obstante, como señala el presidente de FAMPA, Rubén Pacheco, “si se compara con los datos del año anterior, hemos bajado un punto. Por eso, nos preguntamos: ¿era necesario cambiar un modelo que ya era un éxito? No había un reclamo social para que se tuviera que modificar el proceso de admisión. Esto lo que pone negro sobre blanco es que la única motivación que tenía la Conselleria de Educación era dar más libertad a los colegios concertados para que eligieran a sus alumnos, pero no en beneficio de las familias”.
El próximo 15 de julio, las familias podrán consultar las listas definitivas de admisión. A partir de ahí, se abrirá el plazo de matrícula – del 15 al 19 de julio – para hacerla de manera telemática en adminova.gva.es; mientras que para hacerla presencial, el plazo será del 15 al 23 de julio.