“Yo estoy en política por la gente más vulnerable y el mensaje que ahora mismo lanzo me duele en el alma. En este país ganan los malos, cualquier político que no haga política a favor de los poderosos se lo van a cargar. Este país tiene un problema”. Con estas palabras Mónica Oltra ha anunciado su dimisión como vicepresidenta del Consell y como consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas.
Lo hace con el objetivo de que no se revierta el proceso de cambio iniciado en 2015 con la llegada del Botànic, de cara a las próximas elecciones, ya que considera que “no hay Botànic sin Compromís”, queriendo evitar “dar la coartada al PSPV-PSOE" para que el president expulse a su partido del gobierno.
En este sentido, Oltra considera que si echan a Compromís del gobierno “no será por ella”, incidiendo que se va “con la cara bien alta y los dientes muy apretados”. Durante su comparecencia urgente ante los medios de comunicación ha afirmado, visiblemente emocionada, que este momento “pasará a la historia de la infamia judicial y mediática de este país, un país que tiene un problema”.
Oltra se ha mostrado muy crítica con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien se ha enterado de su dimisión durante la rueda de prensa, y ha asegurado que “nunca esperó que le apoyara una vez se confirmara la imputación”.
Con esta decisión la líder de Compromís deja también su escaño en Les Corts perdiendo su condición de aforada, un hecho que no le importa “porque la verdad solo tiene un camino”.
Una dimisión por sorpresa
La decisión de Oltra ha cogido por sorpresa a todos. De hecho, a las 16:30 horas de esta tarde estaba prevista una ejecutiva de Compromís en su sede nacional en la que se iba a tratar su futuro sin su presencia para, tal y como se había sugerido, los dirigentes de la coalición “hablaran con comodidad”.
Finalmente, la hasta ahora vicepresidenta de la Generalitat se ha presentado en la sede del partido anunciando una rueda de prensa urgente y suspendiéndose esta reunión.
Esta decisión llega tras las declaraciones de Puig en las que instaba a Oltra de realizar una reflexión “personal y coral” tras su imputación. “Esta semana tenemos mucho tiempo de ir concretando, será más pronto que tarde”, insistía ayer.
Al respecto, el president dejaba entrever la necesidad de una salida del gobierno de la titular de Igualdad y Políticas Inclusivas recordando que “no podemos fallar a la sociedad valenciana, tenemos que poner por encima de cualquier cosa un proyecto que ha conseguido levantar la hipoteca reputacional de la Comunitat Valenciana”.
Y es que la coordinadora de Compromís, Àgueda Micó, afirmó el viernes que si Puig cesaba a la líder de Compromís “se rompería el Botànic”. Por tanto, mantener la estabilidad del gobierno solo tenía una salida: que Oltra diera un paso al lado, pese a su insistencia de que se trataba de una situación injusta, "una cacería de brujas orquestada por la extrema derecha". Un movimiento que, finalmente, ha sido definitivo, dejando todas sus competencias.
Cronología de las actuaciones
El pasado 21 de abril de 2021, Oltra realizó una comparecencia en Les Corts explicando las actuaciones que se llevaron a cabo al conocer el caso en la que señaló que los abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada los “supo Mónica Oltra, no la vicepresidenta”. La titular de Políticas Inclusivas asegura que conoció los hechos el 4 de agosto de 2017 de vacaciones fuera de València y una llamada le avisó de la llegada de la citación al domicilio. “Conocí este asunto por mi circunstancia personal, no por mi cargo”, apuntó.
De acuerdo con las explicaciones que ha dado posteriormente sobre este asunto, Oltra ha subrayado que “compartía inmueble, pero no convivencia” con su exmarido en aquel momento, en 2017. “Nadie, ni dentro ni fuera de esta sala, lamenta más que yo lo que le ha ocurrido a Maite (la menor) porque es el triste colofón a la vida de una niña a quien todo falló desde el principio”.
La ya ex vicepresidenta ha defendido que el protocolo que regía en aquel momento no obligaba a comunicar los hechos a la Fiscalía ni a instancias superiores de la Conselleria si no se veían indicios sólidos de delito, un protocolo que cambió en septiembre de ese mismo 2017, cuando una instrucción de la Dirección General de Infancia y Adolescencia exhortó a los centros a poner en conocimiento del fiscal denuncias de ese tipo.
El 22 de junio, la Policía encontró a la menor después de fugarse del centro, y fue ahí cuando la justicia conoció los hechos. El 6, 10 y 14 de julio la Fiscalía instó a trasladar a la menor. El 28 de julio se acordó la prohibición al educador de aproximarse a menos de 200 metros de la menor y de comunicarse con ella. El traslado de centro se produjo el 16 de agosto.
Oltra conoció los hechos el 4 de agosto de 2017 durante sus vacaciones y el día 7 el jefe de gabinete informó al subsecretario de la notificación. El día 8, la Dirección General de Infancia y Adolescencia ordenó la apertura de un expediente informativo por haber tenido “conocimiento verbal en el día de hoy”, de acuerdo con la cronología facilitada por la responsable de políticas inclusivas.
Tres días después, el 11 de agosto, la subsecretaría dictó una resolución que instaba a las direcciones territoriales a ofrecer la máxima colaboración con la Fiscalía de menores. El 21 de agosto, Infancia abrió expediente y se derivó a la Fundación Espill para su valoración, que comenzó el día 25.
La valoración finalizó en noviembre de ese año y se incorporaron las conclusiones al expediente informativo de la dirección general, que se remite a Fiscalía el 30 de noviembre.
Oltra defendió en su comparecencia del 21 de abril de 2021 que el hecho de que la defensa de su exmarido no conociera la existencia del informe de la Fundación Espill durante el primer juicio es una demostración de que no hubo trato de favor hacia este.