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El valenciano, de nuevo, en el punto de mira. En esta ocasión, ha sido el candidato del Partido Popular al Gobierno de España, Pablo Casado, en un mitin organizado por el PP de Alicante, quien ha sido el encargado de realizar un nuevo ataque a una de las lenguas oficiales de la Comunitat, como es el valenciano. Y es que en plena campaña política, el valenciano se ha convertido en el arma arrojadiza de los partidos de derecha que tratan, a toda costa, de utilizar la lengua para dividir y crear una confrontación inexistente entre el valenciano y el castellano.
En esta ocasión, Casado ha hecho referencia a su propuesta de la Ley de Lenguas, que se basa en cuatro parámetros principales: que el castellano sea la lengua vehicular en Educación; que el castellano sea el utilizado en la Administración; que las oposiciones públicas sean en castellano, siendo la “lengua cooficial un mérito, pero no un requisito excluyente”; y, finalmente, que la señalización urbana e interurbana se lleve a cabo en castellano, y no en valenciano, pidiendo “no perder el uso de una lengua tan rica como es el castellano”.
Sin duda, unas medidas que no solo relegan al valenciano a un uso, exclusivamente, familiar, sino que, además, van en contra de las medidas del fomento del valenciano que el Govern del Botànic ha impulsado a lo largo de esta legislatura, como el plurilingüismo en los centros escolares de la Comunidad Valenciana o el requisito lingüístico para los trabajadores de la Administración pública, con el objetivo de que pasara de ser un simple mérito a un requisito excluyente, siempre dependiendo del cargo a desempeñar.
Un cambio que, en absoluto, se comparte desde el Partido Popular que, el pasado fin de semana, y en palabras de Casado, explicaban que “uno de Palencia no puede optar a una plaza en València por desconocer el valenciano y, en cambio, un valenciano sí que puede hacerlo en la provincia palentina”.
Cantó critica también al PP por “discriminar” el castellano
El candidato de Ciudadanos a la Generalitat Valenciana Toni Cantó, es otro de los políticos que también ha manifestado su rechazo al valenciano, abanderándose como el defensor del castellano. Así, además de repetir, en reiteradas ocasiones, que “en algunos centros escolares no se estudia el castellano”, y asegurar adoctrinamiento en las aulas, también ha aireado una circular con faltas ortográficas de un colegio público de Paterna, con el objetivo de denunciar el desconocimiento del castellano en Educación.Sin embargo, en su cruzada particular contra el valenciano, también ha tenido tiempo para criticar el trabajo realizado de los que, supuestamente, pretende pactar para acceder al Gobierno valenciano. Así, no ha dudado en acusar a la candidata del PP al Ayuntamiento de València, Maria José Català, de “haber discriminado el castellano” durante su etapa como consellera de Educación al impulsar un modelo que, a su parecer, propició que, en muchos centros escolares, se dejara a un lado el castellano. Asimismo, también ha señalado a la líder del PP valenciano, Isabel Bonig, a la que ha recriminado que “no dijera nada”.