Echando la vista hacia atrás, justo hace un año de la suspensión de las Fallas y la Magdalena y quedan pocos días para que se cumpla el primer aniversario del estado de alarma. No obstante, podemos decir que, por suerte, este marzo, lo encaramos con una visión diferente, puesto que con una pandemia a las espaldas, un duro confinamiento total y tres olas pandémicas, se empieza a ver el plan de desescalada, pero esos si, con mucha cautela y muy poco a poco para no caer en errores del pasado.
De este modo, como ya es costumbre, el gobierno valenciano ha reunido hoy a su mesa interdepartamental para tratar la última hora del coronavirus así como intercambiar posturas y decisiones acerca de una relajación de las restricciones o el seguimiento cauteloso. De este modo, tras esta reunión, el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, se han mostrado contentos ante la bajada tremenda de los casos por COVID-19 en el territorio valenciano. Tal ha sido la bajada que el president Puig ha incidido en que en apenas unas semanas "la incidencia se ha desplomado un 96%" llegando de los 1500 casos por cada 100.000 habitantes que se alcanzaron en febrero hasta la tasa de apenas 57 que se comunicaba ayer.
En esta misma línea, la mesa interdepartamental del gobierno valenciano ha dado un paso más en cuanto a la desescalada, pero, con la vista en la no celebración de las fallas y ante unas vacaciones de pascua y Semana Santa, el Consell mantiene su prudencia y apuesta por "el marco de restricciones más cauteloso de toda España", admitía Puig.
Así pues, los cuatro ejes de restricciones que se relajan son aquellas medidas que recaían sobre la hostelería, que ahora ya puede abrir con sus terrazas al 100% y sus interiores a un tercio de su aforo, con mesas de hasta cuatro personas u bajando la persiana a las 18 horas de la tarde. Por otra parte, otro de los sectores que pedía a gritos abrir sus persianas eran los centros deportivos y los gimnasios privados, que ahora podrán abrir a un tercio de su aforo y con un protocolo que estipularán las autoridades sanitarias valencianas respecto al uso de vestuarios y duchas, que como han avanzado a València Extra, estas dependencias tendrán que ser individuales y estar cerradas.
Las actividades de ocio educativo como ludotecas y demás espacios similares podrán volver a su funcionamiento pudiendo albergar a grupos de hasta diez niños y niñas y hasta un máximo de un tercio de su aforo cuando dichas actividades se realicen en espacios cerrados. En cuanto aforos, la cuarta estrategia que se ha presentado en esta casi segunda fase de desescalada, la Generalitat aprueba que las ceremonias civiles, bautizos, velatorios y demás puedan albergar a un total de un tercio de su aforo así como a veinte personas cuando sea en exterior y a quince personas cuando los actos se realicen en interior.
Esta relajación de medidas, al igual que las que siguen sin ninguna variación como son las del confinamiento perimetral de toda la Comunitat Valenciana, y el toque de queda se estipula desde las 22 h hasta las 6 de la mañana, inclusive durante las vacaciones de Semana Santa, que la mesa interterritorial acordó poderlo aplicar a las 23 h, se mantendrán en vigor hasta el 12 de abril, pero el president Puig ha advertido de que "si se producen variaciones negativas se hará la revisión de manera inmediata".
Esta desescalada sigue la tendencia a la baja de casos positivos por COVID-19 en el territorio valenciano, y así, la consellera de Sanitat, Ana Barceló, y el jefe del Consell, Ximo Puig, han destacado el "esfuerzo inmenso de la ciudadanía valenciana", ya que ahora, han conseguido "que tengamos la mitad de la incidencia acumulada de la media española".
Con los valencianos y valencianos a las puertas de las ya dichas No-Falles, el president Puig ha reiterado en dos ocasiones que "aún no estamos para fiestas" y del mismo modo, ha advertido que "no tenemos la capacidad para garantizar la seguridad y la salud de las personas más allá de las restricciones". El jefe del Consell ha insistido en la prudencia individual y colectiva de los valencianos y por eso ha recordado que "la relajación no es una opción", puesto que "todo se puede ir a tierra" y por eso la Generalitat "va a seguir dando pequeños pasos, pero seguros y prudentes con una desescalada responsable para no volver hacia atrás", destacaba Puig.