La Generalitat Valenciana solicitará en los próximos días paralizar, de manera cautelar, la aplicación de los caudales ecológicos y, por tanto, el recorte del trasvase Tajo-Segura “hasta que no se aborde el fondo de la cuestión”.
Así lo anunciaba ayer el president Ximo Puig, en la jornada previa a la aprobación del recurso contra el recorte en defensa del interés general de los regantes y de la Comunitat Valenciana, una aprobación que saldrá adelante en el pleno del Consell que se celebra hoy en la localidad alicantina de Orihuela.
Desde el Gobierno valenciano se considera que la redacción del real decreto no garantiza que la subida de los caudales ecológicos se produzca en función del análisis de las masas de agua y el estado de las inversiones.
“Agua para siempre”
Para el president, el objetivo del recurso que se aprobará hoy es que “se garantice el agua para siempre”, y ha puntualizado que no tienen objeción a todo el plan, ya que hay partes con las que están “de acuerdo”.
En este sentido, la finalidad del ejecutivo autonómico es el de recurrir todas aquellas cuestiones del decreto que afecta al plan hidrológico en el que se incluye la regulación del trasvase Tajo-Segura que limiten “de manera arbitraria y absolutamente discrecional” este trasvase.
Según el Consell la disposición adicional novena del proyecto no cumple con “aquello que parece razonable” que es que la evaluación de cómo estén funcionando las inversiones y el estado de las masas del río sea determinante para acordar la subida del caudal.
Asimismo, el president apuesta por el “diálogo” con el Gobierno estatal e insiste en rechazar el “partidismo y la guerra del agua”. Por ello, pese a que “nunca van a renunciar” al trasvase Tajo-Segura, señala que debe bajar el precio del agua desalada y debe mejorar la reutilización y regeneración de aguas, el uso de aguas subterráneas y la modernización de regadíos.