Política

Fira València: el regalo sine die de Ribó a la Generalitat

L’Ajuntament de València i la Generalitat Valenciana han firmat un conveni amb el qual el recinte firal passa a ser propietat del govern autonòmic

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La situación económica de Fira València, podemos decir, que nunca ha sido muy exitosa a pesar de ser una institución centenaria y al mismo tiempo, ser un parte muy importante para la economía valenciana, pues el recinto ferial resulta ser un ente macroeconómico que sustenta alrededor de 100.143 puestos de trabajo que factura anualmente alrededor de 1200 millones de euros, lo que supone un total del 0,5% del PIB valenciano. No obstante, estas cifras, no son lo suficientemente importantes para que su desarrollo económico catapulte esta institución económica valenciana a la cúspide de las ferias europeas y mundiales más conocidas.

Se puede decir que la institución ferial pedía a gritos un rescate económico, puesto que, esta institución acumulaba una deuda de mil millones de euros, que según el mismo conseller de Hacienda, Vicent Soler, "los grandes problemas de las deudas de la Feria tienen que ver con aquella megalomanía y mal uso del PP", a lo que por supuesto, se le ha sumado la pandemia del coronavirus. No obstante, el tema de la deuda se zanjó ayer definitivamente tras la reunión de Ribó, el alcalde de València, Vicent Soler, conseller de Hacienda, y Rafa Climent titular de Economia en el Consell. Así pues, la reunión concluía la decisión por ambas partes de cambiar la titularidad de la institución, por lo que a partir de ahora, Feria Valencia pasará de manos municipales a autonómicas, un cambio que se hará mediante una "mutación demanial externa" que no supondrá pérdida patrimonial para el consistorio y que permitirá que la Generalitat, que asume la deuda de 1.000 millones de la institución ferial, tenga su titularidad y se haga cargo de su uso y mantenimiento.

El acuerdo, que se formalizará en un convenio que tendrán que ratificar los plenos del consistorio y del Consell, contempla la creación de una comisión de seguimiento, con representantes municipales y autonómicos, para abordar las "discrepancias" que puedan darse y vigilar el cumplimiento del pacto, pero, además, esto permitirá al Consell "optimizar y dinamizar las infraestructuras objeto de la mutación demanial externa" y le hará cumplir con su mantenimiento y con inversiones de mejora y modernización. Cualquier cambio del régimen jurídico deberá tener informe favorable vinculante municipal para garantizar que la modificación no produce quebranto patrimonial y determinar si la propuesta sigue adecuándose a la concesión. Por la parte del consistorio, este no podrá cuestionar las modificaciones planteadas Generalitat sobre las formas de gestionar la actividad ferial, que serán competencia exclusiva de la conselleria competente, en este caso de Economía.

Esta decisión, tildada en la oposición, como un regalo, ya la recibió quien fuera alcaldesa de la capital valenciana durante casi 24 años, y es que la señora Rita Barberá, ya recibió una propuesta de mutación demanial durante su alcaldía, pero esta se opuso rotundamente ante la propuesta del president Fabra, de su mismo partido, el PP, por hacerse con la propiedad, el uso, disfrute, y titularidad de todo lo que albergaba Fira València.

No obstante, la complicación de Fira València no es nueva, sino que nos tenemos que remontar hasta 2017 para entender los inicios de las negociaciones por salvaguardar el futuro de la institución. De este modo, en 2017, la cogobernanza entre el Botànic y entonces, el gobierno de la Nau, ahora el Rialto, llevó a la firma de un documento que llevaba a una "concesión demanial", lo que finalizaría con una "cesión solo de explotación de la institución", una decisión, a priori, aceptada por el PP, ya que con este convenio el consistorio continuaba siendo el titular de la feria y tenía la capacidad de control sobre lo que se hacía en el recinto. Sin embargo, el rumbo del Rialto, en tres años ha cambiado en relación con esta cesión, y lo que antes era una concesión demanial ahora es una "mutación demanial", que llevará a la pérdida del consistorio sobre la titularidad de Feria València y pasará a estar en manos de la Generalitat. De este modo, según el borrador de la secretaría del Ayuntamiento de València, proporcionado al Partido Popular, se especifica literalmente que la mutación demanial conlleva que los bienes "sí que salen de la esfera jurídica y económica del Ayuntamiento de València".

Del mismo modo, el informe definitivo municipal sobre la mutación demanial presentado este mediodía, ha eliminado una de las cláusulas de la reversión, es decir, de la recuperación de todos los inmuebles de Feria Valencia en favor del Ayuntamiento. Así, en lo que el borrador se estipulaba que el convenio finalizaba en 2051, ahora, la finalización del plazo de concesión ha desaparecido del informe, por lo que la concesión de Fira València, se regula sine die, es decir, sin plazo y sin fecha.

Por otra parte, el primer borrador de esta mutación demanial suponía la obligación de la Generalitat de mantener las cláusulas y condiciones de la concesión sin previa autorización expresa del Ayuntamiento, otro de los asuntos que no aparecen en el informe definitivo, y lo que podría implicar que el Consell incapacitara al Consistorio en relación con la propiedad del recinto ferial.

Finalmente, tras la reunión de Ribó con los máximos responsables autonómicos en materia de Hacienda y Economia, Vicent Soler y Rafa Climent respectivamente, la institución ferial valenciana por excelencia pasa a ser gestionada íntegramente por la Generalitat Valenciana, dejando atrás la titularidad del consistorio, quien ya no juega ningún papel, ni de control ni de organización sobre Fira València.