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Hace tan solo unos días, el diario.es destapaba un caso de terapias ilegales para curar la homosexualidad que el obispado de Alcalá de Henares impartía de manera clandestina. De esta manera, un periodista infiltrado se hizo pasar por un joven que quería cambiar su orientación sexual. Tras citarle en el Centro de Orientación Familiar Regina Familiae, las terapias de reversión que se practican en el centro han salido a la luz.
Como se puede ver en la investigación, y pese a que desde la diócesis lo han negado rotundamente, la pseudoterapeuta admite no solo que se está llevando a cabo un acto LGTBfóbico, sino que esa terapia puede tener consecuencias: “Yo podría ir a la cárcel”.
MásMadrid ya ha interpuesto una denuncia contra el obispado en la que piden que sean sancionados con las penas máximas que se refleja en la ley contra la LGTBfobia. Y es que, de la misma manera que en la Comunidad Valenciana, en la Comunidad de Madrid este tipo de sesiones están prohibidas con multas de más de 45.000 euros, tal y como se recoge en la Ley de Protección Integral contra la LGTBfobia.
La Comunidad Valenciana, después de la aprobación de la conocida Ley LGTBI, en la que se garantiza la igualdad real y efectiva de todas las personas con independencia de su orientación sexual, identidad de género, expresión de género, desarrollo sexual o grupo familiar, también se recoge la prohibición de métodos, programas o terapias de aversión dirigidas a modificar la orientación sexual de las personas.
València Extra ha hablado con el síndic de Compromís en Les Corts, Fran Ferri, que ha sido contundente al denunciar que “casos aberrantes como el del obispado de Alcalá de Henares demuestran que aún queda mucho por hacer por la dignidad y la libertad de las personas, pero también por que calen leyes como la que se aprobó en Les Corts, el pasado mes de noviembre, la Ley Valenciana de Igualdad de las personas LGTBI, que supone la incorporación de los valencianos y valencianas a las legislaciones avanzadas que apuestan por la igualdad y por la diversidad como un valor social”.
Asimismo, ha añadido que “nuestra ley no permite este tipo de tratamientos de aversión que son inútiles, y solo traen dolor a las personas LGTBI y a sus familiares. En este sentido, es necesario una ley estatal que lo regule. Precisamente, no entendemos por qué no se ha llegado a aprobar la ley que estaba en tramitación desde hace más de un año”.
Finalmente, ha hecho referencia a aquellas formaciones que se ponen como bandera la eliminación de unas leyes que garantizan y protegen a colectivos que estaban olvidados. “No podemos bajar la guardia, sobretodo, en una precampaña y campaña donde algunas formaciones políticas ya han enseñado sus dientes homofóbicos. Continúo insistiendo en que es preocupante que partidos como el PP y Ciudadanos aún piensen en la posibilidad de pactar con partidos fascistas de extrema derecha, como Vox, que quiere eliminar, precisamente, leyes como la de las personas LGTBI".