La vicepresidenta primera de la Diputació de València, Natàlia Enguix, se muestra satisfecha de haber podido dar estabilidad al gobierno provincial. “Hemos completado un gran año haciendo que la Diputación vuelva a los municipios y a las comarcas, acompañando a los alcaldes y alcaldesas en ese trabajo diario para mejorar la vida en sus pueblos”. Enguix ha valorado la gestión “desde el diálogo para alcanzar el máximo consenso, siempre de la mano de los responsables de cada ayuntamiento”.
En una entrevista concedida a la televisión autonómica, Natàlia Enguix ha repasado la actualidad de la corporación tras el primer año de legislatura, y muy especialmente los retos de cara al curso que se iniciará después del verano. “Hemos incrementado la cuantía de las subvenciones y hemos convocado todas las ayudas con la mayor rapidez posible, y será una prioridad seguir reduciendo esos tiempos porque a veces la burocracia impide que todo vaya más rápido”.
La vicepresidenta primera ha destacado “el buen tándem que hemos formado con el Partido Popular y el equipo del presidente Vicent Mompó, desde el respeto y una visión muy similar del municipalismo y sus necesidades”. “Nunca hemos ocultado nuestra implicación con Ontinyent y la comarca de la Vall d’Albaida, entre otras cosas porque era de justicia garantizar los fondos para transformar una ciudad y una comarca que estuvieron aisladas hasta la llegada de Jorge Rodríguez a la Alcaldía de Ontinyent hace ya trece años”, apunta Enguix, que no obstante se toma muy en serio la política y su capacidad para mejorar la vida de la gente: “por eso hemos adquirido la responsabilidad de gestionar áreas como Cooperación, Igualdad o Memoria, de gran importancia para las vecinas y vecinos de todos los municipios valencianos”.
Aplicar la Ley de Memoria Democrática
Precisamente en materia de Memoria, una de las áreas que dirige Natàlia Enguix en la Diputación, la vicepresidenta recrimina al Gobierno de España no haber desarrollado ni aplicado la ley. “La legislación no sirve de nada si no se ejecuta, y en el caso del Gobierno central debe ponerse las pilas y activar el registro de personas fusiladas o facilitar los trámites para obtener la condición de víctima del franquismo. En definitiva, aplicar una Ley de Memoria Democrática que se ha quedado en un anuncio, como la inversión de medio millón de euros en proyectos de Memoria que no han sido desarrollados en nuestra provincia”.
Frente a esa política de anuncio, “la Diputación invierte cada año más de un millón de euros en ayudas a familiares para la exhumación e identificación de víctimas; a los ayuntamientos para memoriales e infraestructuras de la memoria como refugios y trincheras; y también en la parte pedagógica, fundamental para dar a conocer la historia completa y que no se vuelva a repetir esa parte oscura de nuestro pasado reciente”. En su opinión, esta institución se ha convertido en “un muro de contención para proteger la Memoria, pero también me gustaría trabajar de la mano con otras instituciones, como la Generalitat y por supuesto el Gobierno que aprobó una ley que no está aplicando”.
En cuanto a esas relaciones institucionales, Enguix pone en valor la cercanía y la cordialidad existente con la Generalitat, sin mostrar preocupación por los cambios políticos acontecidos en el ente autonómico al término del primer año de legislatura. “En la Diputación estamos abiertos a pactar con cualquier partido tratando de alcanzar consensos y beneficiar a todos los municipios de la provincia”, avanza la vicepresidenta, que recuerda que tanto el PSPV como Compromís “tuvieron la oportunidad de sumarse a los presupuestos de este año y volverán a ser invitados a hacerlo en el próximo ejercicio”. “Confío plenamente en la capacidad de negociación de este equipo de gobierno”, concluye Enguix.