El Consejo de Estado avalaba el recorte del trasvase Tajo – Segura que planteaba el Ministerio para la Transición Ecológica, y que creará un caudal ecológico que disminuirá la cantidad de agua que, sobre todo a partir de 2025, puede trasvasarse al río Segura. Se trata de un proyecto al que se oponen tanto la Comunitat Valenciana, como Murcia y Andalucía. De hecho, la Generalitat Valenciana se plantea recurrir la norma judicialmente ante el Tribunal Supremo.
En este sentido, el president de la Generalitat, Ximo Puig, señalaba, durante la sesión de control en Les Corts, que “el Consell seguirá ayudando a los regantes porque el gran objetivo no es la utilización política permanente del agua; lo que interesa a los regantes y a la Comunitat Valenciana es tener agua para siempre, y eso lo vamos a conseguir".
Para conocer con qué alternativas cuenta el territorio valenciano, hablamos con José Trigueros, ingeniero de caminos y presidente del Instituto de Ingeniería de España (IIE).
¿Cómo afecta al campo alicantino que no se produzca el trasvase pactado?
El campo alicantino necesita de un aporte de agua suficiente, en cantidad y calidad. En la coyuntura actual, según la regla de explotación del trasvase, el volumen a trasvasar se encuentra en nivel 3, o sea excepcional por insuficiente volumen de agua en los embalses cabecera del Tajo (Entrepeñas y Buendia). No obstante, posiblemente estén pasando más de 7m3/seg por Aranjuez, por lo que los volúmenes trasvasados no se verán afectados en los próximos meses. En verano, esto será otra historia, y si se siguen incrementando los caudales ecológicos, tal como aprobó hace unas semanas en el Consejo de Ministros, la cantidad anual trasvasada se reducirá en más de 100Hm3.
La afección al campo alicantino será notable si no se toman medidas al respecto. La desalación es la opción más adecuada una vez finalizada la modernización de regadíos.
¿Sería la única alternativa posible?
La única alternativa, una vez descartado el trasvase del Ebro (habría solucionado todos estos problemas) es la ampliación del volumen de agua desalada, condición necesaria pero no suficiente, dado que tiene que ser puesto a disposición de nuestro sector primario a un precio “soportable” y con una calidad que permita la explotación hortofrutícola, haciendo especial referencia a los cítricos (eliminación del boro).
Algunas voces dicen que el trasvase es una de las medidas más agresivas y de impacto ambiental, ¿cuál es su opinión?
Si se refieren al Tajo-Segura no estoy de acuerdo. Si bien no solo hay que atender a las demandas de volumen necesarias para mantener este sector primario en el levante español, hay que prestar atención al parque nacional de las tablas de Daimiel y, eliminando los componentes políticos del debate acerca del agua, aplicar criterios técnicos y llegar, sin duda, a acuerdos.
¿Estamos ante un escenario de crisis? Se dice que no hacer el trasvase ocasionaría la pérdida de 15.000 puestos de trabajo y una reducción del valor patrimonial de 5.692 millones de euros
Como he comentado anteriormente, lo importante es el volumen de agua necesario para mantener nuestro sector primario, no tanto su procedencia. Sin duda, disminuir el volumen trasvasado en 100Hm3 (la media de los últimos años se puede estimar en 350 Hm3) supone que las inversiones y ejecución de obras de desalinización, así como la reducción de su coste energético (placas fotovoltaicas) se acompasen en el tiempo.
Alicante es el territorio con más piscinas y campos de golf del país, ¿podría ser esa una de las condiciones para que haya desaparecido del tablero el pacto del 29 de noviembre?
El turismo es una fuente de riqueza que no se debe obviar, los campos de golf se deberían regar con agua regenerada, pero no creo que ese haya sido un motivo para el establecimiento de los caudales, mal llamados, ecológicos. En mi opinión se ha tratado de criterios políticos y no técnicos.
¿Será el agua un elemento que pueda desencadenar futuras “guerras” si no se proponen soluciones?
Sin ninguna duda, el agua es un bien imprescindible para el desarrollo social, económico y medioambiental de la sociedad. El Tribunal de las Aguas de Valencia es el más antiguo de España, lo que indica que nunca ha sido un asunto baladí, pero emplear la palabra guerra me parece muy fuerte.
¿Está la Comunitat Valenciana preparada para la soberanía hídrica?
El cambio climático hace que nos tengamos que replantear muchas cuestiones y el agua es una de ellas. En la hipótesis, no descartable, de disminución de las precipitaciones y por ende de los caudales de nuestros ríos, la única solución es recurrir al agua desalada o a reestudiar el trasvase del río Ebro.
La planificación hidrológica de nuestras cuencas hidrográficas trata de garantizar este recurso a través de planes de reutilización de aguas depuradas, mejora de acequias, modernización de regadíos, etc.