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El Botànic II empieza a coger forma. Después de las reuniones previas y pasada la resaca de las elecciones municipales del 26-M, es momento de sentarse a negociar para establecer las primeras pautas sobre cómo se gestionará este nuevo pacto de gobierno a tres bandas. Y es que el reparto 50-50 de 2015 ya no es efectivo, y ya no solo por la irrupción de Unides Podem – EUPV al Govern del Botànic, sino porque el PSPV podría barajar la posibilidad de aumentar su representación en el reparto de consellerias.
Lo que sí es seguro, tal y como adelantaba el secretario de Organización del PSOE, José Muñoz, es que “habrá acuerdo”. Así, en este segundo encuentro entre Compromís, PSPV y Unides Podem-EUPV se abordará la estructura del nuevo gobierno valenciano. “Ahora viene otro tipo de trabajo: crear las comisiones negociadoras, ver cómo distribuimos el marco arquitectónico institucional de la Generalitat y, a partir de ese momento, vendrán una serie de pactos en el ámbito municipal, diputacional y otros”, apuntaba José Muñoz.
Sin embargo, el tiempo corre. Según los tiempos previstos, la investidura de Ximo Puig debería producirse entre el 10 y el 12 de junio. Y, aunque todo apunta a que en la presidencia y la vicepresidencia volverán a repetir Puig y Mónica Oltra como cabezas visibles de la Generalitat, “dependerá de Compromís”, como así lo ha afirmado el Presidente en funciones.
Para conocer quién ocupará cada conselleria, lo primero es distribuirse las diferentes áreas del Ejecutivo autonómico entre las tres fuerzas políticas. Unides Podem-EUPV exige, ahora, una participación activa en el gobierno. Ni Compromís ni PSPV parecen oponerse al hecho de que la formación morada ocupe una conselleria, pero la gran pregunta es ¿cuál?
En más de una ocasión, los morados han mostrado su deseo de hacerse cargo de la conselleria de Medio Ambiente para desarrollar las políticas contra el cambio climático que llevaban en su programa electoral. Sin embargo, durante la campaña electoral, Rubén Martínez Dalmau, líder de Unides Podem-EUPV, también anunció su intención de separar Cultura para que disponga de una cartera propia, así como la creación de la Conselleria de Feminismos y LGTBI.
Quizá la reunión de hoy será el momento para poner encima de la mesa estas peticiones, aunque eso supondría aumentar el número de carteras valencianas de las ocho actuales a nuevo o diez, dependiendo de la aceptación que tengan las propuestas de la formación morada. Asimismo, otro de los puntos calientes a tratar será la exigencia de Esquerra Unida de tener presencia y voz en las reuniones de negociación del Botànic.
Así, la dirigente Rosa Pérez Garijo ha anunciado que solo participarán del nuevo gobierno valenciano si cuentan con un conseller que abandere sus propias siglas (EUPV) para tener “voz propia” en el pleno del gobierno autonómico. En este sentido, la formación ha lanzado un órdago y asegura que, en caso de que las negociaciones no fueran encaminadas en esa dirección, EUPV rechazaría formar parte del Botànic II, ejerciendo sus responsabilidades desde Les Corts.
Por otra parte, también está por aclarar qué consellerias serán las demandadas por Compromís. Sin duda, Educación ha sido uno de sus puntos fuertes, y se baraja la posibilidad de que soliciten Hacienda para continuar su lucha contra la infrafinanciación valenciano.
Aun así, todo está por ver. Y es que el reparto de carteras requerirá más de una negociación, pues mientras la formación morada exige que en todas las consellerias se produzca un mestizaje de colores políticos, los socialistas se mantienen en el empeño de hacer valer el incremento de diputados para contar con más consellers que sus socios de gobierno. Una situación que no termina de agradar ni a Compromís ni a Unides Podem-EUPV que consideran que Presidencia vale doble al tener una mayor potestad frente al resto de consellers y sobre el futuro del parlamento valenciano.