La pasada legislatura, Tello impulsó una gran licitación para contratar los servicios de limpieza y mantenimiento del patrimonio cultural de la ciudad, que comprendía 493 elementos urbanos singulares, incluyendo 337 esculturas, 33 fuentes ornamentales, 109 placas conmemorativas y 14 cruces de término. El acuerdo también incluía las fachadas de 25 edificios y monumentos municipales y los cinco puentes históricos y sus alféizares, dentro de un contrato con un importe de 300.000 euros anuales.
La licitación suponía además avances que reforzaban la actuación municipal, como es el caso del servicio de inspección para identificar cualquier tipo de incidencia en elementos históricos y, así, poder actuar de manera más rápida en cuanto a su mantenimiento o limpieza (incluía inspecciones periódicas una vez en la semana en la zona del cauce del río Túria; una vez al mes Ciutat Vella; o seis veces al año en Saïdia, por citar tres casos). Este servicio se trataba de una novedad, ya que hasta ahora no existe nada parecido a este servicio de inspección en la ciudad y suponía un avance en la protección del patrimonio histórico, una prioridad para el anterior gobierno de Joan Ribó. Quizás por ello quedó desierto en un primer intento, pero se trabajó para proceder a un segundo intento de licitación que tendría que haberse producido ahora.
Sin embargo, como señala la concejala de Compromís Gloria Tello, ‘‘a pesar de haber dejado preparada la nueva licitación, Català nos ha sorprendido con su anuncio de volver a recurrir a la figura del contrato menor para intentar hacer frente a esta necesidad. Conformarse con un contrato de 18.000 euros para intentar hacer frente a la problemática del vandalismo desde el Servicio de Patrimonio Histórico implica desconocer totalmente su incidencia en la ciudad de València, además de una dejadez política a la hora de priorizar el presupuesto público’’.
‘‘El vandalismo que afecta a los bienes históricos y artísticos precisa de instrumentos específicos que cuenten tanto con presupuesto como con servicios, y condiciones técnicas específicas que garanticen una actuación profesional con la calidad y el nivel de exigencia que se merece el patrimonio histórico. No puede abordarse a través de contratas genéricas de limpieza viaria’’, añade Tello.
“Anunciar a bombo y platillo la contratación de un menor en lugar de trabajar junto al personal del Ayuntamiento para sacar adelante la licitación como hacía Compromís, no solo es una señal de la dejadez con la que los concejales del PP han abordado su llegada al Ayuntamiento, sino la enorme hipocresía de la que han hecho gala los últimos ocho años, pues han pasado de rasgarse las vestiduras ante el mínimo acto vandálico a decir que todo se solucionará pasando el mocho. Es normal que los votantes del PP sientan una gran vergüenza y decepción ante lo que están viendo”, concluye Tello.