El senador de Compromís, Carles Mulet, ha manifestado su satisfacción por el hecho que el miércoles se puedan dar a conocer y reivindicar, a raíz de en una moción sobre las mujeres trabajadoras en el sector pesquero, los derechos y el papel de mujeres como 'les poseres' en la pesca y en la economía de l'Albufera de València.
El senador valencianista ha considerado "acertado" este momento para mejorar los derechos de los sectores más desfavorecidos, como son especialmente los de las mujeres en el sector de la pesca o los recientemente reclamados para las empleadas del hogar. Para el portavoz de Compromís, "remendadoras de redes y poseres o acarreadoras dan apoyo logístico, administrativo y de avituallamiento a quienes salen a por el duro oficio de obtener pesca en unas duras condiciones de trabajo, que en ocasiones acaban acarreándoles problemas de salud y todo ello debe ser puesto en valor y corregido".
La coalición ha propuesto realizar los cambios normativos necesarios para regularizar la situación de los y las trabajadoras del sector de la pesca de la Albufera, para que estén acogidos a derechos y protección ante el Instituto Social de la Marina, ya que en la actualidad figuran a todos los efectos como trabajadores agrícolas por su situación de aguas continentales, de forma que les son aplicados regímenes que no están ajustados a sus verdaderos trabajos como pescadores. Asimismo, piden incrementar sus bases de cotización para equipararlas a las profesiones análogas del régimen especial del mar.
Mulet ha celebrado que, de nuevo, vaya debatirse esta cuestión tras la nula reacción gubernamental a las preguntas e iniciativas de la coalición en las que se reclamaban coberturas laborales dignas y un reconocimiento del trabajo de estas mujeres en un sector tan tradicional declarado Bien de Interés Cultural para que, esta petición realizada desde València sea, por fin, atendida.
Al igual que ocurre con las neskatillas, les poseres son las que se encargan del aprovisionamiento, necesidades de sus familiares y documentación entre otras decenas de funciones en un espacio tan minúsculo con flotas artesanales de madera en un espacio ambiental de 24 kilómetros cuadrados de superficie, rodeado con 223 km cuadrados de arrozales.
"Con esas mujeres, que perciben bien poco y con una situación tan precaria, tan solo podemos solidarizarnos, defender sus reivindicaciones y pedir dignidad para ellas y estos ancestrales trabajos, si no queremos que desaparezcan para siempre estas antiquísimas actividades y una parte de nuestra cultura", ha abundado.