La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, ha asegurado este jueves que el deber de los poderes públicos “es garantizar el derecho de toda la ciudadanía a vivir en libertad identificando los factores de inseguridad en los municipios y ciudades”. En esta tarea, ha indicado, “los cuerpos y fuerzas de seguridad son nuestros mejores aliados para trabajar en la detección de espacios del miedo y en la creación de unos mapas que nos ayuden a promover entornos seguros que garanticen el derecho de las mujeres a disfrutar con libertad del entorno urbano”.
Bravo, que ha participado en la inauguración del “Encuentro para la reflexión sobre seguridad y convivencia en las ciudades”, ha señalado que “mujeres y chicas jóvenes ven restringida a diario su libertad de movimiento en numerosos espacios públicos y no podemos permitir que esa brecha de género se agudice día a día”.
Por ello, ha apostado por incentivar ciudades “que conjuguen aspectos tan importantes como la seguridad pública, la convivencia ciudadana y una ordenación del territorio acorde”. Pero, sobre todo, -ha indicado- “debemos aspirar a un modelo de ciudad con una carta de valores que englobe el respeto a los derechos humanos y la justicia social, la diversidad y el compromiso con el medio ambiente, ciudades que eduquen para la convivencia desde la corresponsabilidad, con violencia cero y plena igualdad”.
La consellera ha señalado que “las agresiones machistas, el acoso escolar, el ciberacoso o la lucha contra los delitos de odio no solo deben combatirse desde la perspectiva de nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad. Todas y todos somos responsables y podemos contribuir, desde distintos ámbitos, a lograr la no normalización de las situaciones de violencia para alcanzar ese modelo de sociedad que queremos”.
En esta línea, ha indicado que el ámbito educativo también es “crucial” para crear ciudades libres de violencia. “Programas de prevención e intervención en la escuela sobre la violencia de género, promover el respeto a la libre orientación o identidad sexual o aplicar un mayor control sobre las situaciones de violencia a las que acceden nuestros menores a través de las nuevas tecnologías son solo algunas de las herramientas que debemos aplicar para combatir este fenómeno”, ha apostillado.