Siempre se ha dicho que la visión de las mujeres es la más realista, la más adecuada e incluso la que más se adapta al momento necesario. El movimiento feminista ha puesto de manifiesto el hecho de contar con estas visiones femeninas y feministas no solo en los momentos adecuados sino en todos, y de eso se trata, de que las mujeres tengan voz, voto, y todo lo que se pueda tener. Más allá de roles, géneros, procedencia, religión, ideología, nivel social e incluso condición, orientación sexual y economía. La política, esa gran génesis del feminismo, ya que desde ella se puede construir todo un cambio social, estructural y transversal, cuenta con la voz y el papel de grandes mujeres, también en el escenario político valenciano. Y por ello, si hablamos de mujeres políticas, no podemos obviar el papel de ellas en uno de los partidos que ha marcado la vida política del territorio valenciano, el Partido Popular. Con un liderazgo potente, desde siempre, marcado por la visión femenina de Rita Barberá, y ahora con dos lideresas al frente de la cúpula popular de la Comunitat Valenciana, al frente de Isabel Bonig, i la cúpula de la capital valenciana, en manos de Maria José Catalá, las mujeres del PP aportan esa visión realista, necesaria, cercana, pero, ¿se identifican con el movimiento feminista? ¿Comparten sus reivindicaciones? ¿Cuál es el modelo de feminismo que siguen Bonig y Catalá? ¿Qué sociedad quieren conseguir con sus políticas inclusivas? Ellas mismas nos lo responden todo.
¿Es feminista el Partido Popular?
Ante esta pregunta, tanto Bonig como Catalá responden tajantemente "sí". La presidenta del PPCV manifiesta que "la historia del Partido Popular está plegada de históricas femeninas" que no solo han ocupado lugares importantes, sino que han llevado adelante una transformación "como es el caso de Rita Barberà con la ciudad de València, el caso de la primera presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi y después presidenta de una comunidad", pero Bonig tira de historial y pone de relevo el papel de otras presidentas de comunidades como Esperanza Aguirre, y otras figuras en el Gobierno de España como Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, etc. Del mismo modo, Catalá matiza que "el PP es feminista de hechos y no solo de palabras". "La confianza en esta etapa del PP en la Comunitat Valenciana está depositada generalmente en mujeres: la presidenta Isabel Bonig, las dos portavoces adjuntas en les Corts, Eva Ortiz y Elena Bastidas, la presidenta del partido en la ciudad de València como es mi caso, etc.", comenta Catalá prosiguiendo que esto "no ha sido a base de cuotas, sino a base de valorar el talento de las personas".Siguiendo con esta idea, la dirigente del PP en la ciudad de València, Maria José Catalá, relata que "las mujeres aportamos en estos momentos al PP una visión muy necesaria y cercana sobre aspectos sociales, sanitarios y educativos" y siguiendo el listado de mujeres referentes, Catalá nos destaca a Ana Pastor, Rita Barberá, Teófila Martínez o Luisa Fernanda Rudi que, además, fueron mujeres políticas en tiempos en los que no les fue para nada fácil.
Hablar de Rita Barberá no es hablar de ninguna tonteria, y es que para el Partido Popular no solo ha sido uno de los grandes pilares políticos, sino que fue "la gran alcaldesa", y así nos lo traslada su sucesora en el consistorio valenciano, Maria José Catalá explicando que no solo ha sido un gran referente político femenino para el partido sino que "la València que tenemos hoy es la València que ella trabajó, pensó, soñó y diseñó". "Mi visión respecto al gobierno de Joan Ribó es una visión de que se ha aportado muy poco respecto a lo que ya existía", comenta Catalá explicando que "Rita fue una gran mujer, que cuidaba, quería y mimaba la ciudad como quien lo hace con un hijo". Así, la presidenta del PPCV, Bonig, nos traslada que "no hay duda de que el PP es un partido que defiende la mujer, pero no ahora, desde siempre", y por ello, todas las mujeres que han comentado son mujeres "con un carácter marcado y que han dejado una imprenta importante en el partido y en su proyecto político".
Respecto a su visión de feminismo y del movimiento que encabeza todos esos ideales de igualdad, equidad así como una sociedad más justa e igualitaria, las dos líderes responden que su reflejo en este movimiento lo consideran valorando diferentes aspectos. Así, Isabel Bonig explica que "si cuando se habla de movimiento feminista se entiende como un movimiento que defiende los derechos de las mujeres, evidentemente yo soy mujer y defiendo esto", pero por otra parte, "no me identifico con ciertos postulados de ese movimiento o de parte de la izquierda que quiere identificar ese movimiento con una tendencia política concreta y determinada, excluyendo, así, al resto". Al respecto la presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, sincera, dice que "el movimiento feminista tiene muchos caminos, muchos aspectos y es muy amplio", pero, que ella "lo defiendo, sí". No obstante, para Bonig, solo hay "un determinado feminismo incluyente, no excluyente". Del mismo modo, Catalá se sincera diciendo que "el feminismo es mucho más amplio de lo que es visible", por lo que "hay unos movimientos feministas, que respeto muchísimo, pero somos muchas más las mujeres que no nos sentimos identificados con ellos". "Las cosas no se resuelven cada 8 de marzo saliendo a la calle, se resuelven teniendo referentes de mujeres y fomentándolos en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) para que nuestras niñas quieran ser en un futuro ingenieras o médicas". Por otra parte, el camino hacia la igualdad salarial para Catalá se debe hacer "desde las instituciones" iniciando programas y proyectos para hacerlo efectivo. Y también "se debe fomentar el teletrabajo y la conciliación real y efectiva para permitir el crecimiento profesional de las mujeres cuando quieren tener familia", comenta Catalá, concluyendo que "el feminismo se debe trabajar los 365 días del año", y personalmente "respeto mucho a la gente que sale el 8M, pero el resto del año hay que seguir trabajando".
Ante un feminismo o un movimiento feminista mixto o no mixto, es decir, con o sin hombres, tanto Catalá como Bonig abogan por un movimiento con hombres. Por ello, explican que "hay hombres a nuestro lado completamente feministas", y por eso Catalá especifica que "el primer hombre feminista que tengo a mi lado es mi padre", puesto que "ha sido una referencia para mí como hombre feminista al 100%". "Mi padre tiene dos hijas y siempre ha apostado claramente por nuestra vocación profesional con un trato hacia las mujeres que, por ejemplo, echo a faltar en el alcalde Joan Ribó", a esto Catalá declara que "ojalá Ribó fuera igual de feminista como lo es mi padre". En este sentido, Catalá critica "la forma de tratar o hablar a una mujer joven, la forma de valorar el trabajo de una mujer joven, las formas de hablar o de dirigirse, con esa superioridad, que por mi parte rechazo absolutamente de Joan Ribó". "Mi padre nunca trataría a una persona joven y profesional con esa altanería y con esa forma de hablar con la que no me siento nada identificada", explica Catalá.
Bonig, por su parte, coincide con Catala "por un feminismo con mujeres y hombres". De este modo, la presidenta del PPCV valora muy positivamente "todo lo que se ha conseguido" y ha sido "un proceso en el que el hombre también ha jugado un papel fundamental", y por eso, "pienso que se les tiene que hacer participar, porque, de manera contraria, no se puede avanzar". "En este sentido, no creo en el feminismo como una lucha con la que las mujeres tengan que ocupar y mantener unos roles que hemos criticado toda la vida a los hombres, yo creo que esto no es progreso sino que estaríamos perpetuando roles de los que tanto nos hemos quejado", comenta Isabel Bonig explicando que "una de las cosas que menos me gustan del movimiento feminista es la criminalización que se hace del hombre y la exclusión que se hace del hombre". "A mí ese feminismo no me gusta nada", declara Bonig.
Y este año, ¿cómo viven Bonig y Catalá el 8M?
Por su parte, la presidenta del PP valenciano explica que "siempre he encarado el 8M como creo que se tiene que hacer y, sobre todo desde las posiciones que somos conscientes, obviamente, de que nosotros, las políticas, tenemos una visibilidad que muchas mujeres no tienen". De este modo, Bonig reivindica las anomalías que todavía hay y lucha por la conquista de derechos que todavía quedan, "reconociendo la figura de la mujer y sobre todo trabajando". "Tenemos que reconocer no solo a las mujeres que trabajamos en primera línea, sino las que trabajan todos los días ya sea dentro o fuera de casa y que han sido fundamentales en la transformación de la sociedad", explica Bonig. A pesar de esto, Bonig se sincera diciendo que "no he sido especialmente reivindicativa en manifestaciones", pero "sí que pienso que es un día que hay que recordar, en que se tiene que poner encima de la mesa todo aquello que se ha conseguido".Por otra parte, Catalá explica que "la pandemia no me ha hecho renunciar a visibilizar este día", y de este modo, la lider del PP en el Ayuntamiento de València, entiende la visibilidad "pero no entiendo en absoluto las manifestaciones de hace un año, que me parecieron irresponsables, igual que no me pare responsable salir actualmente a la calle, pero no por el 8 de Marzo, tampoco por Hasél o para celebrar las Fallas". Así, Catala aboga por otras formas de visibilizar el 8M como, por ejemplo, el acto organizado este año por el PP de València con el que se contarán con mujeres vinculadas a todos los sectores del mundo de las fallas y harán un acto online "para unir la reivindicación feminista con la de estos sectores que ahora mismo están tan débiles por la pandemia y que tiene a mujeres como grandes referentes". "Tendremos otra actividad de partido en la que contaremos con Ana Pastor, un referente clave de lo que ha sido el PP durante mucho tiempo y que ejemplifica la apuesta por las mujeres y su talento", comenta Catalá.
En este mismo sentido, Catalá explica que he participado siempre en todos los actos institucionales, de lo que no participo es de las manifestaciones", y así, hace un tiempo Catalá fue vicepresidenta de la comisión de igualdad de la Federación Española de Municipios y Provincias y por eso, "llevo tiempo vinculada al movimiento feminista y por la igualdad".
En cuanto a políticas de igualdad en los respectivos escenarios políticos de ambas, las dos lideres del PP tiene un fuerte y potente marco de cambios, por eso, Bonig detalla que una parte importante de su discurso busca ayudar a la emancipación y la evolución de la mujer en el trabajo, es decir, la libertad de la mujer para decidir su futuro en cuanto a la formación y al trabajo. Así, la presidenta de la formación popular explica que "con los gobiernos del PP se generó más empleo para las mujeres llegando casi al 50% de mujeres y hombres cotizando", y por eso, "la llegada de Aznar al poder fue la gran eclosión la incorporación de la mujer al mercado laboral".
Para Bonig esa es una política clave: "decidir si la mujer si quiere trabajar como si no quiere trabajar", porque la mujer tiene, evidentemente, "un ritmo biológico y hoy por hoy la única que puede ser madre es la mujer".
Del mismo modo, otras claves son el pacto contra la violencia de género, un tema que reivindica Bonig como que "el gran pacto lo llevó a cabo el PP, a pesar de que participasen todos los partidos con la abstención de Podemos" puesto que esto es una cosa que "me fastidia muchísimo que este tema exista, un tema que es una lacra", pero del mismo modo Bonig explica que "me afecta que este tema se aborde desde esas posiciones tan radicales, tan sectarias, excluyendo a la gente por un sitio y por otro". Y por otra parte, Bonig cree que en este país "parece imposible llegar a determinado tipo de cuestiones y creo que se debe llevar a cabo desde la conciliación, ya que esta sigue siendo la gran asignatura pendiente".
Para Bonig, "no puede ser de que el hecho de ser madre sea de héroes o heroínas", "ya no se trata de una cuestión religiosa, hay que apoyar la maternidad" y `por eso llama a que "el apoyo a la maternidad no tiene que ser una cosa de derechas ni de izquierdas" sino un tema en el que "todos los partidos deberíamos ponernos en serio a trabajar", explica.
En el caso de gobernar la ciudad, Catala explica que sin dejar de lado que lleva, "muy a gusto" la mochila de haber sido consellera de Educación, la visión del mundo y las prioridades "cambian cuando pasas por esta área y te conciencias de la importancia de la sociedad del futuro". "Soy una gran defensora de la educación como herramienta fundamental para cambiar las cosas", y por eso como alcaldesa de València "promovería unas becas específicas para la FP y de acceso a la universidad para las mujeres estudiantes que quieran hacer áreas STEM, también daría visibilidad y ayudaría a las mujeres deportistas, no solo de los deportes más vistosos, sino todas las mujeres referentes en diferentes modalidades y en deporte adaptado". Del mismo modo, "también es muy importante trabajar con las empresas de la ciudad para que creen planes de conciliación e incentivar que se creen y se realicen", comenta Catalá como las tres primeras medidas en las que se centraría, cuestiones fundamentales, ya que "en mi propia experiencia puedo decir que las mujeres jóvenes lo tenemos muy difícil" empezando con que "nos tenemos que ganar el respeto todas las mañanas". Coincidiendo con Bonig, Maria José Catalá aboga por unas políticas de fomento de la maternidad mucho más estimulantes "para fomentar la propia natalidad e invertir la pirámide poblacional para que en un futuro se nos mantenga nuestro sistema social y, también, para que a las mujeres se nos ayude en nuestro camino profesional" a lo que declara que "esto no habla de ideología, no es de derechas o de izquierdas, es de inteligencia política".
En este sentido, el desempleo es otro de los grandes problemas que afectan a la mujer y por ello, Catalá, al frente de la oposición del consistorio valenciano relata que "en estos momentos 6 de cada 10 personas desocupadas en la ciudad son mujeres", e insiste que "es un porcentaje muy alto" prosiguiendo que "desde el mes de febrero, 23 mujeres al día han ido al paro en València". De este modo, Catalá insiste en que "la inserción laboral debe ser otra de las grandes prioridades" junto con "el combate contra la violencia machista".
Por su parte, la presidenta del PP de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, detalla que "ha habido algunas acciones de políticas activas, en el sentido positivo, que han permitido una incorporación de la mujer", pero critica que "se ha llegado a un punto en el que ya no se trata de que haya un 40% de mujeres en las listas, sino que ahora tienen que ser las listas cremallera, y luego entrarán otros colectivos", concluyendo que "al final esto se desnaturaliza". "Creo que todo esto son debates intencionados dentro de la izquierda primero, para posicionar ideológicamente en un extremo al PP, cuando no es verdad", comenta Bonig insistiendo que "el PP, como cualquier tipo de institución tiene representación de la sociedad", y al final, en el PP "hay gente creyente, no creyente, católica, no católica, homosexual, heterosexual, etc.".
Sin alejarnos de la actualidad, parece que este año las reivindicaciones feministas se han centrado en el colectivo transexual tanto en cuanto a su inclusión o su exclusión como pretende la teoría Trans-Exclusionary Radical Feminist (TERF). De este modo, para conocer la posición del PP en cuanto a este movimiento, su presidenta, Isabel Bonig, detalla que "para abordar todos estos temas en los que entra mucho la conciencia y la moral, yo soy más partidaria de dar libertad de conciencia y no abordarlo desde posiciones maximalistas, de confrontación". "Claro que hay un problema con las personas trans", confirma Bonig, a lo que insiste que "yo soy de las que opino que el PP tiene que tener respuesta a esa gente porque no podemos ocuparnos solo de la economía, que es fundamental, pero hay cuestiones sociales que el PP tiene que abordar y posicionarse, como la situación de las personas trans".
Para ello, Bonig partidaria de abordar la situación "desde el respeto a la persona, a su dignidad y a su libertad" explica que "esos posicionamientos" que muestran que "el colectivo de mujeres trans necesita ser atendido sea el problema que sea, me parece una batalla que está teniendo Podemos con la izquierda clásica que es el feminismo". No obstante, Bonig insiste en que "claro que el género sigue determinando algunas cuestiones", pero "yo también pediría a todos los movimientos que fueran conscientes de la realidad", puesto que "una cosa es que se legisle un problema o una necesidad a la que hay que dar solución" y otra cosa "es hacer de eso una categoría general", concluye Bonig.