La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha cifrado en más de 1,86 millones el total de tratamientos crónicos planificados durante la pandemia en la Comunitat Valenciana y al respecto ha recalcado que los centros de salud van "recuperando la normalidad" y ya atienden a estos pacientes, así como se ha retomado la cirugía menor ambulatoria que estaba "paralizada" estos dos años.
Así lo ha trasladado en el pleno de Les Corts, en respuesta a una interpelación de Cs sobre la situación de los pacientes crónicos, oncológicos y con cardiopatías durante la COVID-19, de cara a la posibilidad de nuevos rebrotes u "otras pandemias".
Barceló (PSPV) ha destacado la creación de 300 plazas estructurales de médicos en atención primaria y ha defendido el criterio de que todos los departamentos tuvieran el mismo número de especialistas en función de la ratio de pacientes, "algo que no existía y había desigualdades".
Tras subrayar que cualquier consulta grave o inaplazable fue atendida, ha reconocido que "en ocasiones, la situación de pacientes con alguna patología crónica se ha visto afectada" y que a ello se sumó el "miedo al contagio". Pero ha augurado que "la telemedicina ha venido para quedarse" y que el sistema tiene mayor capacidad para adaptarse: "Hemos aprendido y ya estamos haciendo algo".
En cifras, ha resaltado que en 2021 se realizaron unas 408.000 consultas de atención especializada y casi 47.000 intervenciones quirúrgicas a pacientes oncológicos, mientras las de cardiopatía isquémica ascendieron a cerca de 56.600 en atención primaria y 22.700 en especializada.
En cuanto a las derivaciones a clínicas privadas, Barceló ha apuntado que en 2021 fueron 5.477 personas que necesitaban ser intervenidas y en 2020 más de 1.500. "Siempre ha habido colaboración con la sanidad privada", ha reiterado, remarcando que se decidió que la pública asumiera los pacientes COVID por "universalidad e igualdad".
También ha destacado que la Comunitat fue de las primeras autonomías en prorrogar los tratamientos de enfermos crónicos, de lo que se beneficiaron más de 571.000 pacientes, "no solo durante el confinamiento" para que no se quedaran sin medicación por temor a ir a su centro de salud.
Respecto a los pacientes oncológicos, ha asegurado que "siempre" se garantizó la atención, manteniendo los cribados de colon y mama y los circuitos rápidos "independientemente de la situación epidemiológica". De hecho, ha recordado que "solo unos meses en lo más álgido de la pandemia" se tuvieron que destinar unidades de prevención de cáncer a la COVID y ha confiado en poder acabar con el "cierto retraso" que persiste en los cribados.
Por otro lado, la titular de Sanidad Universal ha justificado que ya no se colabore con las farmacias en las pruebas COVID porque ahora la vigilancia se centra en los mayores de 60 años, aunque ha agradecido su colaboración.
REFORZAR LA PREVENCIÓN
De cara al futuro, ha abogado por reforzar la prevención contra las enfermedades crónicas y "redefinir el papel de los hospitales" para poner el foco en la atención primaria y comunitaria, con el objetivo de "acabar con los pacientes pluripatológicos que van de consulta en consulta y de medicación en sobremedicación".
Es más, Barceló ha afirmado que los retos en la atención de pacientes crónicos son iguales en la época pre y post-pandemia y que su departamento está en ello, "en plena redefinición del sistema para dar respuesta a los desafíos de la cronicidad". También ha pedido no olvidar que estas enfermedades dependen tanto del código genético como del "postal" y de la realidad socioeconómica.
En su intervención, el portavoz de Sanidad de Cs, Fernando Llopis, ha reclamado un refuerzo de médicos y ha alertado de la cancelación de programas de cribado y seguimiento de cáncer y otras enfermedades crónicas, por lo que ha criticado la falta de previsión y la "improvisación" durante la pandemia. Además, ha ironizado con que haya dos consellers en el pleno de este miércoles, "un récord".