La Policía atribuye al acusado de matar a Marta Calvo el homicidio de otra joven e intentarlo con una tercera

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La Policía Nacional atribuye formalmente a Jorge Ignacio P.J., acusado de la muerte de Marta Calvo, de la que no se tienen noticias desde el 7 de noviembre y cuyo cuerpo se sigue buscando después de que este admitiera haberla descuartizado en Manuel (Valencia), el homicidio de una segunda mujer y el intento de acabar con la vida de una tercera, según han confirmado a Europa Press fuentes policiales.

Los agentes se han trasladado recientemente a la cárcel, donde Jorge Ignacio se encuentra en prisión provisional, comunicada y sin fianza por orden judicial, para informarle de sus derechos y comunicarle que está arrestado también por estos dos hechos, que la Policía estaba investigando y que, ahora, tras llevar a cabo diferentes pesquisas, ha logrado atribuir formalmente al detenido.

Se trata del caso de una mujer que apareció muerta en un domicilio de València el 15 de junio y cuyo cuerpo fue localizado después del aviso de una conocida que no tenía noticias de ella. En este caso, los agentes encontraron restos de sustancias estupefacientes en una de las mesitas de la habitación, según las mismas fuentes.

La Policía investiga si Jorge Ignacio P.J. intoxicaba con cocaína a sus víctimas --estas mujeres y otros casos de chicas que denunciaron haber vivido situaciones de este tipo con el detenido-- durante citas sexuales en una práctica conocida como "fiesta blanca". El otro caso que se le atribuye formalmente es un intento de homicidio a otra mujer, pero de la que no han trascendido detalles al estar bajo secreto de sumario.

Agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de València tenían bajo revisión la muerte de esa mujer el 15 de junio y el de otra en marzo. El primero de los casos, la víctima ejercía la prostitución en una vivienda del barrio de Russafa y falleció en una aparente muerte accidental tras mantener relaciones sexuales con consumo de cocaína incluido.

Según informaciones publicadas, la víctima era una joven colombiana de 26 años que murió tras mantener relaciones sexuales con un cliente que no fue localizado y que se fue de la casa sin ser visto. Las compañeras de la víctima la encontraron muerta a media mañana.

La investigación estaba abierta pero no se había podido identificar al cliente que pasó las últimas horas con esta mujer, por lo que tras conocerse el caso de Marta Calvo, se centró en tratar de averiguar si ese hombre podía ser Jorge Ignacio P.J. Ahora, la investigación ha podido atribuirle la autoría de ese homicidio.

Igualmente se relacionó a Jorge Ignacio P.J con otro caso, el de una mujer que también ejercía la prostitución en una casa de citas de l'Eixample y que falleció en abril, días después de permanecer ingresada en coma inducido en un hospital de València. La joven fue hallada por sus compañeras convulsionando tras haber mantenido relaciones con un cliente que salió precipitadamente de la vivienda.

Los hechos sucedieron el 25 de marzo. Ese día se recibió un aviso en la Policía porque una mujer estaba sufriendo convulsiones y el cliente que había estado con ella había salido corriendo de la vivienda. Hasta el lugar se desplazaron Policía Nacional, Policía Local y efectivos sanitarios que trasladaron a la mujer al hospital donde quedó ingresada en coma inducido hasta que falleció el 3 de abril. Las compañeras de la fallecida habían facilitado las características físicas del hombre que estuvo con la víctima y que había sido su único cliente.

La Policía acabó teniendo conocimiento, por una vía indirecta, de que esta persona podía ser Jorge Ignacio P.J. Sin embargo, en el momento de conocer su identidad y meses antes del caso de Marta Calvo, se disponía ya del informe de la autopsia que revelaba que la fallecida murió como consecuencia de un ataque epiléptico con consumo de sustancias estupefacientes, por lo que el hombre no llegó a ser ni interrogado ni investigado, según indicaron entonces fuentes policiales.

A raíz de la desaparición de Marta Calvo en Manuel, se reabrieron las pesquisas y revisaron casos con las circunstancias de incluir prácticas sexuales en las que se usen sustancias estupefacientes.

Jorge Ignacio P.J se entregó el 4 de diciembre ante la Guardia Civil de Carcaixent que le buscaba en relación con la desaparición de la joven Marta Calvo, de 25 años, ya que se sabía que el último lugar en el que había estado, y del que había mandado ubicación a su madre, era una vivienda donde este hombre vivía alquilado en Manuel.

El arrestado mantiene que la muerte de Marta, cuyo cadáver no ha sido localizado, fue algo accidental en el transcurso de un episodio de sexo y cocaína, pero sí admite que la descuartizó y arrojó sus restos a contenedores cuando vio que había fallecido. La Guardia Civil guarda cautela sobre esta versión y la jueza lo mantiene en prisión por las contradicciones en las que ha incurrido.

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