La concejala de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Valencia, Gloria Tello, ha presentado, esta mañana, el plan integral diseñado para dignificar uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Valencia: la Almoina. “Este edificio arrastraba problemas casi desde el primer día de su construcción, con el gasto que eso supone. No voy a entrar en por qué el anterior equipo de Gobierno no trabajó en dar una solución a este problema, pero, desde 2007, los expedientes ya empezaron a notificar problemas en la infraestructura”.
“En el inicio de la legislatura, nos encontramos con que, desde hacía dos años, la Almoina no contaba con un responsable que se encargara de la gestión del centro, sino que otros funcionarios, que se encargaban de otros edificios, se iban turnando para realizar la gestión diaria y ordinaria. Además, nos encontramos con tres problemas principales: un mal funcionamiento de los audiovisuales, un discurso gráfico mal acabado y problemas en la estructura de obra, como humedades o la lámina de agua, que supone un mantenimiento de 1.000 euros al mes aproximadamente”.
De esta manera, y con el objetivo de dignificar la Almoina, desde la concejalía de Patrimonio Histórico se ha elaborado un plan integral estructurado en tres áreas. La primera de ella hace referencia a los audiovisuales. En este sentido, Tello ha explicado que “desde el 2012 existen expedientes de reparación de estos sistemas audiovisuales” y, es más, desde 2015 se han tenido que volver a reparar hasta en dos ocasiones más, invirtiendo una cantidad de dinero que ronda los 17.000 euros.
“Creemos que continuar con esta dinámica es tirar el dinero de los valencianos y valencianas por la ventana. Por eso, después de nombrar un director para la Almoina, que centre su atención en la gestión de este edificio, y de que, en noviembre de 2017, los audiovisuales volvieran a dar problemas, solicitamos un informe técnico, en el que se especificaba que habían aspectos de este sistema que eran imposibles de continuar con su mantenimiento porque ya se habían quedado obsoletos. De esta manera, solicitamos un crédito de 100.000 euros aproximadamente, que no fue concedido en julio de este año para comenzar a desarrollar este plan integral”.
Sin embargo, y debido a que el 14 de agosto los audiovisuales dejaron de funcionar, se vieron en la obligación de no cobrar entrada al no poder garantizar una experiencia de calidad a los visitantes de este edificio. Así, se aprobó una pequeña intervención, con un coste de 8.000 euros, para invertirlos en la reparación, a cargo de una empresa especializada, de aquellos audiovisuales que sí podían seguir funcionando. En total, se ha arreglado las pantallas del sótano y el plasma de la entrada.
Tello ha explicado que el plan integral no se queda solo en la parte de los audiovisuales, sino que en vistas a dignificar “uno de los espacios arqueológicos más importantes que narra la historia fundacional de la ciudad de Valencia”, se van a llevar a cabo otras actuaciones, como la creación de un nuevo discurso museo-gráfico. “Cuando se inauguró la Almoina, solo se pensó para ser visitada con visitas guiadas. Sin embargo, cuando se abrió al público, el discurso se quedó insuficiente. Por este motivo, y para que el visitante pueda hacerse una idea global del espacio, el 10 de octubre se adjudicó el diseño de este nuevo discurso a Dani Nebot, con el objetivo de actualizarlo y de que no dependa tanto de lo audiovisual. Se está trabajando en ello y, cuando esté finalizado, lo presentaremos”.
Finalmente, la tercera parte que se incluye dentro de este plan integral de la Almoina está relacionada con la estructura de la obra. “El 19 de octubre, se presentó una moción para iniciar los trámites para la contratación de una empresa más técnica que realice un informe sobre la situación del edificio, y las soluciones que le podemos dar. Queremos estar seguros de si es necesario abordar una obra mayor, o sería suficiente con intervenciones más pequeñas. Además, paralelamente, se realizará una intervención en el ascensor de la Almoina porque, en este caso, los problemas que presenta no son del ascensor en si, sino porque este edificio se encuentra en una zona de botellón con todo lo que implica”.
En definitiva, se trata de un proyecto integral que pretende poner en valor, con diversas actuaciones, un edificio destacado de la ciudad y, de esta manera, “evitar malgastar el dinero público con reparaciones que no van a ninguna parte”.