Piscinas de al menos diez municipios valencianos afectadas por actos vandálicos

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Al menos una decena de localidades de la provincia de Valencia y una de Castellón se han visto afectadas por actos vandálicos en las piscinas municipales en lo que va verano, la mayoría de ellos registrados a finales del pasado mes y consistentes principalmente en presencia de heces en el agua.

Para las poblaciones donde se han producido estos casos supone un "perjuicio económico para las arcas municipales", según ha recalcado el primer edil de Albuixech y presidente de la Mancomunidad de l'Horta Nord, José Vicente Andreu. En esta comarca se ha registrado un acto de este tipo en la piscina de Museros.

Por su parte, desde la Federación de Socorristas se cree que se puede estar "inflando demasiado" la situación y generando un "contagio" de jóvenes que, "por seguir el reto" --en alusión a la posibilidad de que se trate de un desafío viral a través de internet-- quieran hacer la "bobada".

En la provincia de Valencia, localidades como Catarroja, Massanassa, Rafelguaraf, Paiporta, Almàssera, Tavernes Blanques, Museros, Riba-roja de Túria o el Barrio del Cristo --entre Aldaia y Quart-- y también la castellonense de Segorbe han tenido que desalojar y cerrar sus piscinas por la presencia de heces o por otro tipo de actos incívicos como el lanzamiento de hamacas o de macetas llenas de tierra al agua.

En algunos casos, incluso en más de una ocasión. Es lo que ha ocurrido en Massanassa, donde la presencia de heces ha obligado a cerrar la piscina en tres ocasiones diferentes, la primera vez el 5 de julio, y Segorbe (Castellón), con un cierre en la piscina municipal y otro en la de la pedanía de Cárrica la semana pasada.

Estas situaciones suponen, según fuentes consultadas por Europa Press, un hecho aislado en un lugar concreto que sería sancionable administrativamente pero que no implica una responsabilidad penal porque, para que fuera considerado un delito medioambiental, debe suponer un grave riesgo para una amplia parte de la población o que afecte a una zona protegida de valor ecológico.

MEDIDAS

Para tratar de frenar este tipo de actos vandálicos, algunos ayuntamientos han adoptado medidas como la identificación con DNI o el registro de objetos y pertenencias de los usuarios antes de acceder al recinto de la piscina, como es el caso de Tavernes y Catarroja.

En este sentido, el presidente de la Mancomunitat de l'Horta Nord ha recordado "el perjuicio que conllevan estos actos vandálicos para las arcas municipales", que obligan al vaciado y posterior llenado del vaso de la piscina y a la aplicación de un tratamiento de choque de cloro, tal y como establece el protocolo sanitario para estos casos, un coste que es asumido por los consistorios.

Sin embargo, este tipo de actuaciones "se dan con más frecuencia en las piscinas descubiertas", debido a la menor vigilancia y control del que disponen, mientras que las piscinas cubiertas "están más controladas", según ha explicado Andreu en declaraciones a Europa Press.

"SE ESTÁ INFLANDO LA SITUACIÓN"

Por su parte, el responsable de formación de la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunidad Valenciana (FSSCV), Salvador Perelló, ha lamentado que se esté "inflando demasiado" la situación y ha señalado que la voz de alarma puede llevar a que "graciosos", sobre todo jóvenes motivados por "seguir el reto", hagan la "bobada".

Perelló ha restado importancia a cuando se producen estos casos: "Se quita el excremento y no supone nada para la salud, ya que las piscinas cuentan con sistemas que depuran el agua".

Estos actos se suman a los cierres de playas valencianas durante este verano por la presencia de la bacteria Escherichia coli (E. coli) por encima de los niveles permitidos en el agua, que ha motivado a la Generalitat y ayuntamientos a plantearse poner en marcha un plan para localizar "puntos negros" y llevar a cabo la instalación de redes de alcantarillado y conexiones a redes de depuración.

"No es lo mismo lo que está ocurriendo en las playas de València que en las piscinas", ha destacado Perelló. Las barracas y los huertos que no tienen depuración llevan los excrementos al mar a través de las acequias y esto sube el nivel de las bacterias E. coli --que viven en los intestinos de las personas y de los animales sanos-- porque no se limpian.

"NINGÚN TIPO DE PROBLEMA PARA LA SALUD"

En esta línea, el decreto 85/2018 de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios aplicables a las piscinas de uso público, establece que el valor paramétrico de E. coli debe ser de 0 UFC o NMP (Número más Probable) en 100 ml y que la frecuencia mínima de control es de al menos una vez al mes en laboratorio.

Además, la norma establece que "en caso de sospecha o constatación de incumplimiento del valor paramétrico, se cerrará el vaso y se pondrán las medidas correctoras oportunas para que no exista un riesgo para la salud de los bañistas".

Sin embargo, según el responsable de la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunidad Valenciana, el agua de las piscinas está bien tratada y "no hay ningún tipo de problema para la salud": "Que la gente no se alarme", ha sugerido Perelló. Además, ha insistido en que los niños "no vayan sin bañador" a las piscinas.

Por otra parte, ha subrayado el carácter ficticio de los productos que puedan marcar en un círculo rojo alrededor de la persona que defeca o se orina en una piscina. "Es un mito, no existe un producto que pueda hacer eso como en las películas", ha concluido.

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