Agosto está cerca de acabar y, con él, la temporada de verano en la Piscina Municipal: un periodo que este año ha llegado cargado de novedades y normas de seguridad para ofrecer a los bañistas una experiencia agradable, de calidad y, sobre todo, segura. Y al parecer… Las expectativas se han cumplido con éxito.
En pocas semanas concluirá la temporada estival en la Piscina Municipal de Puçol, después de unos meses cargados de diversión, deporte, relax y mucha seguridad. Y es que los responsables de la instalación se han asegurado cada día de que los usuarios cumplieron las nuevas normas para minimizar el riesgo de contagio y, así, poder disfrutar de un verano un poco especial.
Para ello, se han establecido una serie de normas de seguridad claras y sencillas: distancia interpersonal, grupos reducidos en el caso de las escuelas, uso de máscara al entrar y salir de la instalación, prohibido comer y fumar en el jardín…
«En general la gente está siendo muy responsable», apunta Óscar Torres, socorrista y coordinador de la piscina de verano: «al final esto es lo que hay que hacer, ayudarnos entre todos para minimizar cualquier riesgo».
Y también se ha reducido el aforo al 75%, un total de 125 personas, según apunta Fernando García, técnico de deportes: «Cuando se completaba, se cerraban las puertas hasta que algunos usuarios abandonaron la piscina». Y en ese momento se reabrían las puertas, aunque con una media diaria de 250 personas —por supuesto, no simultáneamente— la mayoría de días no se ha completado el aforo.
Ni siquiera durante el mes de julio, cuando cada mañana acudían a la Piscina Municipal las diferentes escuelas deportivas y Concilia el Verano. Estos últimos «venían de lunes a jueves con grupos muy reducidos, de entre seis y ocho personas, y por edades», comenta Torres.
Además, muchos de los clubes deportivos decidieron a principios de verano no organizar campus este año, «y los que lo han llevado a cabo, han tomado las medidas establecidas y han ayudado al buen funcionamiento de la piscina», añade el socorrista, que además es testigo de todo el que han disfrutado todas estas agrupaciones.
El objetivo fundamental este año era encontrar el equilibrio entre los diferentes grupos que acuden a la Piscina Municipal —campus deportivos, Concilia el Verano, deportistas y bañistas por libre—. Y sobre todo, hacerlo de manera segura para todos.
«Al final se han encontrado horas para todos ellos», apunta Óscar Torres, y excepto alguna excepción, «la gente se ha comportado… Al final nosotros hacemos nuestro trabajo y miramos por el bien de todos». En definitiva, «el balance social durante estos meses es excelente», añade Fernando García.
Pero no despedimos el verano tan rápido: los usuarios todavía podrán disfrutar de la Piscina Municipal durante un par de semanas, cada uno, a su manera: juegos, deporte, relajación… Siempre, de manera segura.