Del presente al futuro, menos 'automartirio' y más "aprecio" al valencià

Diverses plataformes, mitjans i públic han debatut sobre la supervivència i apostes per enfortir el valencià

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El calor aprieta, pero el bajo se ha llenado. Desde diversas plataformas e incluso un medio de comunicación, se ha abordado el valenciano. No como lengua, sino como el espejo del “pueblo valenciano”, de su salud, y formas de actuar para apostar por su supervivencia y fortaleza. Zahia Guidoum, de Plataforma per la Llengua, ha sido la encargada de moderar un ‘mix’ entre ponencia y debate: desde la significación de la Batalla d’Almansa hasta los avances en la universidad.

La primera en intervenir ha sido Idoia Arreaza, que ha hecho un repaso por las recientes elecciones autonómica. “Está claramente dividido en dos ejes”, ha señalado. El primero en repasarse ha sido el de la derecha “y extrema derecha”, donde el PP y Vox mantienen “una política de confrontación” y de establecer “su valenciano”, el de las “Normas del Puig”. Ciudadanos, en cambio, utiliza el valenciano “en la batalla” para “mentir sobre la educación en las escuelas, por ejemplo”, pero apenas lo menciona en su programa político.

Jordi Carbonell, que está al frente de la Revista Mirall País Valencià, ha comenzado desde la experiencia personal: “Si yo, que soy de Enguera y prácticamente nunca había escuchado el valenciano, he aprendido a amarlo, cualquiera puede”. Para él, eventos como este son una herramienta para “crear red”, una red “distinta a la de las redes sociales” basadas en las relaciones personales, que es útil para “amplificar y fortalecer el valenciano”.

La creadora del canal de conversaciones en valenciano Diàlegs, Emma Tomàs, ha aprovechado la introducción de Carbonell desde un origen castellanoparlante para hablar del suyo, valencianoparlante; “He nacido en valenciano, me he criado en valenciano, y llegar aquí -a València- tuve que soportar algunos comentarios”. Señala que, aunque han ido a menos, ha tenido problemas incluso para pasar el Carnet Jove a l’EMT: “’A mi háblame bien’, me dijo el conductor”. Señala, sin embargo, que por “toda la historia que lleva detrás, por toda las batallas” que ha tenido que librar, y especialmente ahora “con televisión pública de nuevo”, debemos querer al valenciano.

Militante

El último en dirigirse a los ponentes y a los asistentes ha sido Toni Infante, activista por los derechos del valenciano y miembro de la Plataforma pel Dret a Decidir del País Valencià. Para él, la lengua catalana en el territorio tenía la capacidad de “absorver” a aquellos que vinieran de fuera, sin desaparecer. “Es a partir de 1709 que esto cambia”, señala. El asentamiento de una burguesía castellanoparlante tras la pérdida de los Furs encaminó a la sociedad valenciana hacia la pérdida de esa capacidad.

Infante cree que se han dado pasos respecto a los anteriores gobiernos, pero no hay “un marco legislativo” ni “organización de la sociedad” suficiente, aún, para conseguir una igualdad plena y acabar con la discriminación al valenciano. Por eso propone, como lo hizo Acció Cultural del País Valencià, una nueva Ley del valenciano que “supera la del 83” que, simplemente, “despenalizaba su uso”.

Las conclusiones, entre ponentes y el debate posterior, son difusas. Todos coinciden en que debe verse de una “manera más positiva” y “acabar con el automartirio” de ver todo negativo, como ha asegurado un asistente desde el público. “Si no somos capaces entre todos y todas de darle la vuelta a la situación, acabaremos estudiando el valenciano como se estudia el latín”, ha señalado Infante durante su ponencia. Es por ello, coincides, que se debe ser “militante” y avanzar en la normalidad del valenciano; usarlo en cualquier lugar y situación.

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