Opinión

Participación ineficaz

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Cuando uno se desplaza por los diferentes barrios de Valencia, no suele ver obras en curso salvo algunas puntuales y algún que otro carril bici de Grezzi a medio ejecutar.

Siendo la ciudad un ente vivo en continua evolución, resulta curioso este fenómeno. Pero si se atiende a lo que está pasando con los procesos de participación ciudadana de inversiones en barrios y con la pésima ejecución total de inversiones en la ciudad por parte del Ayuntamiento desgobernado por Ribó, todo se explica.

Estamos cerrando el primer semestre de 2017 y no han empezado el 50% de las obras de 2016 votadas por los vecinos de cada barrio.

Esta situación refleja que los procesos participativos están siendo altamente ineficaces, y más teniendo en cuenta que no hay una sola asociación vecinal que visitemos que no se queje de la poca información del proceso, de la minimización del papel del asociacionismo, de las dificultades para sacar adelante propuestas en las mesas de trabajo y de las molestias y trabas para ejercer el voto presencial, entre otras muchas más circunstancias y anomalías.

Toda esta situación tiene claros responsables: el concejal de participación Jordi Peris y su 'jefe', el alcalde Ribó. El primero no ha parado de autocomplacerse públicamente del hito estadístico del 2,3% de participación sobre el censo de Valencia. Pero ese porcentaje cuantitativo, que es también altamente mejorable, se viene abajo cuando se tiene medio 2016 y todo el 2017 de retraso en obras y cuando sólo se destina menos del 1% del presupuesto del Ayuntamiento para que las personas puedan decidir las inversiones en su ciudad. Falsa participación diríase, y cada vez más oscura si atendemos a que algunos concejales del tripartito (Grezzi y Peris) van contratando proyectos antes de que los vecinos incluso los propongan y voten.

Desde Ciudadanos cuestionamos y criticamos los procesos participativos del tripartito, no por su afán voluntarista sino por su ineficacia, su poca dotación económica, su lentitud y su falta de transparencia.

Todo esto añadido a una licitación total de inversiones de sólo el 13,9% en lo que llevamos de 2017 para toda la ciudad de Valencia, lo que significa que, o Ribó corre, y mucho, para hacer obras en lo que queda de año o los valencianos, un año más se quedan sin proyectos básicos para sus barrios.

La pregunta que nos queda por resolver es si para 2019, cuando el tripartito deje para siempre de desgobernar Valencia, a este ritmo la ciudad va a tener obras de 2017 aún por terminar y más de la mitad de 2018 por empezar. Este suceso es muy probable que ocurra, lo cual supondría un engaño a los valencianos y un incumplimiento de contrato de los gobernantes con la ciudadanía.

En Ciudadanos no vamos a consentir esta situación, y por medio de los mecanismos que tenemos a nuestra disposición estamos exigiendo por todos los frentes la total ejecución de inversiones en los barrios y que las obras se terminen en tiempo y forma.

Queremos desplazarnos por Valencia y ver que la ciudad mejora y crece en cada barrio. Es una obligación de quien gobierna mejorar y hacer crecer Valencia con las propuestas de cada uno de los ciudadanos. Esa es la verdadera esencia de la participación.

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