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El concesionario de Juan Giner se ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza para el Ayuntamiento y para la Sociedad Parque Central. Su negativa a abandonar la parcela que ocupa no sólo derivó en sendos recursos al Plan de Actuación Integral (PAI) y al proyecto de reparcelación, sino que se ha traducido también en un incumplimiento judicial. El Ayuntamiento, ante la obstinación de los propietarios de no moverse de los terrenos, pidió al juez una fecha para el lanzamiento, que el consistorio recibió el pasado 17 de abril. Fue entonces cuando el desalojo se empezó a ejecutar y el consistorio dio 20 días para que se completara.
Sin embargo, hoy se cumple el plazo establecido y el concesionario sigue en sus trece. Según señalan fuentes presenciales, el establecimiento continúa con su actividad en el taller de chapa y pintura exterior a las instalaciones situadas en el bajo de la finca. Estas últimas no afectan al desarrollo de las obras del Parque Central y pueden continuar con su actividad.
El primer día, en el que se notificó el desalojo, acudieron operarios municipales y el propietario desalojó parte de los vehículos, pero actualmente todavía quedan otros en los terrenos. Así pues, la compañía incumple la orden judicial.
Vista desde arriba de la parcela ocupada por el concesionario | PARQUE CENTRAL
Los trabajos más inmediatos que permite el desalojo -y que es necesario y obligado hacer antes de ejecutar actuaciones del parque- es la retirada de fibrocemento de las instalaciones y realizar un estudio de calidad del suelo. La primera medida no es solo una actuación previa, sino también es necesaria porque ese material de construcción está fabricado con amianto, prohibido en España desde el año 2002.
Los tejados de fibrocemento ocupan unos 1.100 metros cuadrados aproximadamente, a lo que habrá que añadir los elementos más lineales como las tuberías y conductos. Estos trabajos necesitan de autorización otorgada por organismos de la Generalitat Valenciana.