Es la principal exigencia de los ciudadanos: hablar, dialogar. Tras los sucesos del pasado 1 de octubre, la escalada de tensión ha ido en aumento en Cataluña y la respuesta de los dirigentes políticos se ha mantenido en una línea dura y sin flexbilidad.
Hoy más de 50 ciudades han vivido un movimiento ciudadano, una iniciativa sin banderas, sin colores con un solo mensaje: Parlem/Hablemos. Miles de ciudadanos han salido a la calle en Madrid, Barcelona o Valencia para pedir a los representantes políticos que hagan su trabajo, que abandonen la escalada de tensión y que de una vez, empiecen a dialogar sin reestricciones.
Sin duda, la semana ha vivido varios momentos clave como el discurso del Rey Felipe VI o el del propio Puigdemont un día después y a la misma hora. A esto, hay que añadir la fuga de empresas destacadas de Cataluña que ha supuesto un duro golpe al Govern de Cataluña. Sabadell o la Caixa, las dos entidades más importantes de Cataluña, han decidido cambiar su sede social a la Comunidad Valenciana y parece que no serán las únicas.
Gas Natural, Aguas de Barcelona o el Banco Mediolanum ya han confirmado el cambio de sede social fuera de Cataluña. El propio vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras calificaba alguna de estas salidas con unas declaraciones poco acertadas. Mientras el expresident Mas en una entrevista al Financial Times aseguraba que Cataluña no está preparada para una independencia práctica.
El próximo martes Puigdemont acudirá al Parlament pero se desconoce si declarará la independencia unilateral, mientras los ciudadanos exigen a Rajoy y al propio Puigdemont diálogo porque nunca es tarde.