El Grupo Popular en la Diputación de Valencia presentó en el último Pleno de la corporación provincial un programa dotado con un millón de euros para revitalizar las aldeas y núcleos de interior que se han visto afectados por el recorte de ayudas de la Diputación.
Ante esta sangrante rebaja para aquellas localidades que más lo necesitan, propusimos la necesidad de recuperar el Plan de Núcleos, que se venía desarrollando en ejercicios anteriores desde la corporación provincial. Destinando la correspondiente partida presupuestaria, con un importe mínimo de 1 millón de euros para garantizar la compensación económica a los municipios que se han visto afectados por el grandilocuente Plan SOM.
Rodríguez y sus socios, en su permanente campaña publicitaria, no explican que en el Plan Provincial de Obras y Servicios en el ejercicio 2017 y, posteriormente, en el nuevo plan bianual denominado SOM para los ejercicios 2018-2019 se han producido modificaciones en los parámetros de cálculo que determinan las cantidades económicas a recibir por cada municipio.
Modificaciones que han tenido como consecuencia directa que todos aquellos municipios con aldeas y núcleos en su término municipal han visto recortadas las ayudas que percibían. Una disminución considerable dado que dichos municipios dejan de percibir en total un millón de euros.
Como lamentablemente era de esperar, esta propuesta de nuestro grupo fue rechazada por un equipo de gobierno incapaz de escuchar y con un velo de sectarismo que les impide apoyar cualquier iniciativa que venga desde nuestra bancada.
Su único argumento fue que ellos confiaban en la mayoría de edad de los alcaldes y su autonomía para invertir las subvenciones provinciales. Un argumento que se cae por su propio peso cuando en el Plan SOM específico para la ciudad de Valencia, sí que se exige desde la Diputación las inversiones a realizar en sus pedanías. Queda claro que para Jorge Rodríguez y sus socios, todos los alcaldes de la provincia son mayores de edad menos el alcalde de la ciudad de Valencia, Joan Ribó. Cada vez se hace más palpable que aquellos que no creen en la Diputación no son capaces de entender que esta institución tiene que velar y priorizar las ayudas a los pequeños municipios y con núcleos dispersos que son los que más dificultades y carencias presentan en materia de prestación de servicios básicos e infraestructuras.
Por tanto, con la forma de configurar estos planes en los últimos ejercicios no se está haciendo así y se les perjudica de manera directa. No debemos olvidar que la provincia de Valencia es un territorio vertebrado por municipios de los cuales aproximadamente un 25% tienen núcleos de población geográficamente dispersos.
Mayoritariamente se trata de municipios pequeños, con poca población y términos municipales extensos y, por tanto, con escasos recursos económicos lo que les hace difícil prestar dichos servicios si no es con la ayuda económica de otras administraciones.
El Plan de Núcleos que venía implementando la Diputación de Valencia ha sido, y debe seguir siendo, fundamental para el desarrollo equilibrado de todo el territorio valenciano y la igualdad de oportunidades entre todos los valencianos, ya que de no ser por estas ayudas dichos municipios y aldeas verían muy mermado su desarrollo y equiparación al resto de núcleos urbanos.
La prioridad de Rodríguez es apelar a la mayoría de edad de los alcaldes, de todos menos Joan Ribó.
Mari Carmen Contelles LlopisPortavoz del Grupo Popular de la Diputación de Valencia.