València es una ciudad territorialmente plural. Nos gusta su variedad de lugares y nos enorgullecemos de la riqueza que estos poseen por ellos mismos y también de la riqueza que todos ellos aportan al conjunto de la urbe.
Prueba de esta riqueza, son los pueblos que, distribuidos entre el norte, el oeste y el sur, nutren nuestro territorio. El Saler, Pinedo, Benimàmet, Massarrojos, Castellar, Perellonet, La Torre… efectivamente València son sus habitantes, sus barrios y también sus pueblos.
Pero esto, que resulta sencillo de advertir, no ha supuesto siempre una apuesta equilibrada por parte de las administraciones públicas.
Hasta la llegada del Gobierno de Joan Ribó, la distribución de los recursos a lo largo de la ciudad, no parecía valorar a todas y todos por igual. En todas las materias, se podía percibir este desequilibrio para con nuestros pueblos: carencias en el transporte, en los servicios más necesarios, en la llegada de las comunicaciones… y como no, evidentemente, en la oferta cultural y sus infraestructuras.
La cultura es libertad. La cultura es democracia. La cultura es igualdad. Una sociedad sin cultura es una sociedad pobre, vacía, apagada. La cultura, entendida en sus múltiples variantes y posibilidades, es la luz que guía a la sociedad para avanzar, para crecer, para romper barreras y prejuicios. Pero la derecha, esto, no lo entendió cuando gobernó. Uno más de los errores pasados de la derecha, que desde el Govern de la Nau estamos corrigiendo.
Nuestra apuesta es firme y clara, y su máximo exponente, toma nombre en el proyecto, que ahora vive su segunda edición, Cultura als Pobles. Una iniciativa que está eliminando desigualdades, acercando la cultura a todas y todos los ciudadanos, independientemente de donde vivan. Porque cuestiones tan circunstanciales como el lugar de residencia, no pueden determinar el derecho a acceder a la cultura.
Cultura als Pobles es ya una realidad hecha posible por el Ayuntamiento de València. Una realidad que no sólo se basa en la democratización y la descentralización de las actividades culturales, sino que también, y no menos importante, pretende asentar unas bases sólidas para la puesta en valor de los profesionales que lo hacen posible.
Desde la Concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales apostamos por un trabajo conjunto con las entidades, agentes culturales y representantes vecinales, con el fin de realizar programaciones de interés, ajustadas a las características demográficas de cada pueblo, de calidad y que den cabida a todas las expresiones artísticas que se generan en la ciudad.
En la campaña del 2018 que en estos momentos se encuentra en marcha, Cultura als Pobles llegará a todos los pueblos de València, lo que supone poner la cultura al alcance de más de 43.000 personas.
Una campaña que nació en el año pasado con un total de 48 actividades y más de 200 profesionales y que, en esta segunda edición, ha crecido hasta las 64 actividades y más de 400 profesionales, que llevan a cabo su actividad en las calles y plazas, salvando la carencia de infraestructuras, mediante la utilización del espacio público.
Una razón más para conocer la riqueza y diversidad de València a través de sus pueblos, de su cultura, de sus profesionales y un camino hacia la igualdad de derechos y oportunidades, que sólo el gobierno encabezado por Joan Ribó se ha atrevido a recorrer con paso firme y decidido.