Lo lamento por la derecha casposa, pero “la actualidad manda y no ‘tú panda’”. Y por eso tenemos que hablar de asuntos vitales que se han producido en nuestra tierra durante estas semanas y pasaremos por alto el desastre de la manifa de Madrid de domingo, que apenas congregó -o comulgó- 45.000 personas. Tanto que habían montado el pollo con la dichosa mani y, al final, eran cuatro gatos y algún aguilucho.
Dicho esto, la actualidad que importa pasa por la próxima cumbre bilateral entre el Consell valenciano y el gobierno en Madrid, en el que la ministra ya le ha dicho a Ximo -perdón, al President- que no se hablará de financiación. Y esto a nosotros nos hace soplar, soplary soplar... Y así las cosas, y entre los bufidos y protestas de Compromís, finalmente nos han asegurado que la ministra de Hacienda visitará València pronto, y aquí sí que hablaremos. Y esperamos y exigimos que no sea solo hablar, sino que se saquen conclusiones, porque la financiación es un clamor que no espera más demoras. Y, si no, a la manifestación por una financiación justa, con un éxito de participación sin precedentes me remito. Eso sí que fue una mani. En Compromís esperaremos más, queremos lo que nos corresponde y somos los y las que más claro lo tenemos. Son las prioridades de los valencianos y valencianas y, por lo tanto, las nuestras.
Así que, mientras viene la Ministra y esperamos a que se llegue a acuerdos en la deuda histórica en la cumbre bilateral, en el Parlamento valenciano asistimos a una comedia. Mala, pero comedia al fin y al cabo. Y es que, después de aprobar la Ley de Servicios Sociales, y en el momento que se debatía una propuesta para seguir apoyando al Pacto Valenciano contra la Violencia Machista, aparecía un señor con unos zapatos relucientes como espejos que quería hablar ante los micros y manifestar en pocas palabras que “donde dije digo, digo Diego”.
Ese señor estirado y aspirante a liderar Ciudadanos en Valencia -“o lo que más convenga”, que en esto es experto- no podía ser otro que Toni Cantó. Aquel que decía que las denuncias por violencia machista eran mayoritariamente falsas. Aquel que afirmaba que “un tercio de las muertes por violencia doméstica en España eran hombres”. Ese mismo, volvía a evidenciar su tendencia a las fake news y su rechazo a la protección de las mujeres. Y, así las cosas, la todavía Síndica de Ciudadanos en las Corts, que hasta ahora había mantenido una actitud más o menos beligerante contra la violencia machista y el terrorismo de género, se quedaba arriba, sola, muda y con la cara baja por la vergüenza, votando contra un Pacto hasta ahora unánime que frena la violencia de género. Una cara muy dura de la actualidad de la cual os venía hablando.
Estas cosas son las que pasan cuando tú no decides tu futuro. Cuando son otros, desde Madrid, los que te dicen qué tienes que hacer y qué tienes que votar. Cuando la política no se hace desde casa y para los de casa, sino desde el centro de la Meseta, donde los problemas de las periferias se desdibujan; entonces, en lugar de ser un político valenciano, acabas asumiendo el papel secundario de embajador del partido estatal en el Levante Feliz.
Esto pasa cuando no sientes y te duele que tus naranjas caigan del árbol, porque los grandes partidos han votado o se han abstenido a favor de la naranja sudafricana. Esto pasa cuando en Madrid no te creen si hablas de falta de financiación del territorio valenciano. Esto pasa cuando hay quién desde su escaño en el Congreso duda que sea la violencia machista quién mató a tu vecina de Vila-real en diciembre.
No quiero que me gobiernen los que no entienden esta tierra y no la defienden ni la quieren. No quiero. No quiero gobernantes aquí y allá -“paquí pallá”- que, al coger el AVE, se olvidan que son valencianos. No quiero que me hablen de banderas y señeras para hacernos olvidar que nos han echado mano a las carteras. Quiero todo lo contrario. Quiero gente que entienda los problemas de los valencianos y valencianas. Y quiero gente que encare esos problemas sin olvidar de dónde somos y que nos gobierna el pueblo.
Y, como que somos muchas y muchos los que creemos y defendemos que se puede hacer política con obediencia estricta a los valencianos y valencianas, en Compromís volvemos a estar de Primarias. Desde el primero hasta el último candidato en nuestras listas los dicta la ciudadanía en unas primarias abiertas a todo el mundo mayor de 16 años. Y nosotros, responsables con tu elección, daremos la cara por ti. Esa cara que ya conoces y que, detrás de una gran sonrisa, lleva tu elección y nuestro compromiso contigo.
Mònica Álvaro, portavoz adjunta de Compromís en las Corts