El Plan Edifiqueu del PSPV y Compromis para la construcción de centros escolares es un tremendo fracaso reconocido, el mejor ejemplo de la incapacidad del Botànic para gobernar. Hasta el propio Puig ha reconocido en el último Seminari del Botànic de Gandia que no habían cumplido.
Los hechos muestran todo lo que han venido prometiendo se ha incumplido. Las infraestructuras educativas en esta legislatura son el gran fracaso del Consell. Se han incumplido las promesas, los programas anunciados por Puig, los plazos establecidos.
Fracasó el Plan de Infraestructuras educativas presentado en 2016 que preveía 124 obras hasta 2019 y también ha fracasado el plan Edifiqueu de 2017 que decían “iría a velocidad de crucero” con la construcción de 200 centros. Ya lo vemos, no hay ni uno solo acabado. El resultado de su gestión es un hito histórico: es la primera legislatura en el que un Consell no es capaz de no poner en marcha ni siquiera un solo centro educativo íntegramente bajo su gestión y miles de alumnos siguen en barracones. Es lamentable.
El PSPV y Compromís han engañado a todo el mundo, prometiendo unos centros educativos que han sido incapaces de ejecutar. Han puesto en evidencia su incapacidad abdicando en los ayuntamientos, conscientes de que a ellos la gestión les va muy grande. La responsabilidad más importante de un Consell son la sanidad y la educación, precisamente las dos áreas donde han fracasado estrepitosamente.
El Plan Edifiqueu genera muchos problemas, con municipios donde los interventores y secretarios han advertido del riesgo que el Plan Edifiqueu supone para la estabilidad financiera. Puig no ha dudado en poner en riesgo los servicios básicos que cubren los ayuntamientos anteponiendo salvar su imagen al bienestar de los vecinos. De hecho ya hay problemas en muchos como por ejemplo Mutxamel donde el Consell ha bloqueado las inversiones anunciadas en tres centros educativos.
Los datos son llamativos: en 2018 el Consell eliminó 118 millones para la construcción de colegios e institutos, de los que 26 millones corresponden a la construcción de colegios directamente por la Conselleria y 92 millones corresponden al Plan Edificant. Han dejado a ayuntamientos sin dinero para poder licitar las obras porque de los 111,3 millones de euros que estaban previstos transferir a los municipios en 2018 se han eliminado del presupuesto 92 millones, lo que supone una reducción del 85 % del presupuesto aprobado”.
No se trata de retrasos en las obras sino de una vergüenza de incumplimientos, recortes y fracaso total de sus promesas. La sociedad valenciana tiene que saber que lo que tiene que gestionar Marzà no lo gestiona y lo poco que hace se lo tumban los tribunales.
La historia de la construcción de centros escolares del Botànic es una historia de promesas incumplidas, una estafa, porque Puig y Oltra -que venían a acabar con los barracones- no han hecho nada.
Beatriz Gascó EnríquezPortavoz EducaciónGrupo Popular Corts Valencianes