Opinión

El engaño del sarcófago eléctrico

Un 15 de mayo del 2007 una explosión reventó los laterales del sarcófago de hormigón que a golpe de protesta, a golpe de la fuerza de la policía, fueron construyendo en contra de un barrio, un distrito , una ciudad.A fecha de hoy, en el año 2018, después de 11 años, esa explosión nos dejó con el corazón en un puño y confirmo lo que por activa y pasiva querían desmentir por distintas fuentes porque aquí en Patraix ocurrió…. “las subestaciones explotan”.

No sólo es la percepción de riesgo que tienen los ciudadanos, porque sí, en este tipo de instalaciones, sino que el hecho fue evidente y, a escasos 12 metros de distancia de las viviendas, explotó no solo lo que nos vendían como una instalación segurísima, sino que además , y quizá lo más importante, son los posibles riesgos a la salud que pueden provocar las ondas electromagnéticas en un espacio donde siempre se había dicho que iría un espacio dotacional, un jardín, una biblioteca, un…..pero no un sarcófago eléctrico.

Hace años que nos enteramos, en un tórrido mes de agosto, por un articulo de prensa, que casi nadie estaba atento a esas pequeñas comunicaciones en modo de artículo donde anunciaban por obligación y exposición pública instalaciones de este tipo para poder alegar, casi de tapadillo, de forma oculta, que iban varias subestaciones a construirse y entre ellas la de Patraix. La mayoría política del Ayuntamiento repetía que debíamos dirigir nuestra negativa a esta instalación y echar la culpa al Gobierno Central sin más. Nosotros sólo queríamos que no se hiciera en ese espacio y que había alternativas para su ubicación si era necesaria para la sostenibilidad de la red eléctrica de la ciudad.

Instalación que, por cierto, fue requerida su cierre por el Pleno del Ayuntamiento de Valencia al Ministerio de industria, Red eléctrica Española SAU e Iberdrola SAU y aún a pesar de no tener licencia, porque es calificada como actividad peligrosa, aún hoy no han mostrado intención de desmantelarla y trasladarla cerca del cauce del río, ya que no está contemplada en la planificación energética que está en vigencia hasta 2022 en esa nueva ubicación.

¿Qué más hace falta ya para decir a estas grandes empresas que sean sostenibles?, ¡Escuchen a la ciudadanía por favor! y por supuesto, escuchen a los representantes que el 29 de Junio del 2017 por unanimidad apoyó una declaración institucional sobre la subestación de Patraix instando a su cierre por considerar la peligrosidad en pleno casco urbano de Valencia.

Puede pasar tiempo, puede que se consiga el traslado, pero lo que no olvidaremos nunca será la presión, la prepotencia, los antidisturbios, los camiones entrando a la fuerza, el sarcófago de hormigón creciendo en las narices de la ciudadanía, y que la queja fuera dirigida contra la administración central como arma arrojadiza donde los que gobernaban el Ayuntamiento no tenían esa mayoría que tanto estaban acostumbrados en esta Comunidad, y que llevaba a dar la espalda a un clamor que hoy, teniendo esa mayoría en el gobierno central, hacen oídos sordos al grito de : SUBESTACIÓN ELÉCTRICA DE PATRAIX “FUERA”.