Opinión

El botón rojo

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  • Haremos, haremos… Y al final nada cambiaremos
  • ¡Ya era hora!
  • Y aún no se ha acabado...

Con la Navidad al girar la esquina, a esta humilde periodista, en “modo off”, y política siempre en revisión, le encomiendan el artículo del Valencia Extra. Y no querría aburrir a nadie con temas extraordinariamente complicados de esos que investigamos en las Corts, y nos tiramos horas y horas revisando la última coma y el último punto... No. No se apuren. Y ya les digo que por supuesto que no pienso hablarlesdel elefante blanco, que bastantehabrán leído ustedes de este fenómeno con sus‘followers’ y ‘haters’ de una quincena de días a esta parte.

Pero si de algo nos ha servido a los valencianos y valencianas el paquidermo orejudo es por aquello del “virgencita, virgencita, que me quede como estoy”. Y es que hace una semana que al Muy Honorable se leha ido el San Vito ese que tenía encima y la manieta que había cogido en esto de avanzar elecciones. ¡¡Qué llevamos desde agosto con el tema!!A Pedro Sánchez también parece que las andaluzas, las elecciones, que no Susana ni los susanistas, le han servido como un bálsamo reparador que todo lo arregla y también ha dejado de amenazar, como aquel de “el scattergories es mío y me lo quito”, con el asunto de apretar el botón rojo y convocar elecciones. Yo me imagino el interruptor rojo, ese que dicen tener los presidentes, como si fuera una especie de alarma antiincendios pero con el efecto totalmente contrario. En lugar de echar agua y apagar el fuego, este botón rojo hace una hoguera... Eso sí, su sonido es un “sálvese quién pueda” en toda regla. El primero de los dos dirigentes del puño y la rosa ha tenido a esta servidora y a medio País Valenciano en suspenso con aquello de “ahora avanzo las elecciones, ahora no, ahora sí, ahora no”. La última vez que jugamos al escondite nos pilló en medio de unos presupuestos,enmendando una ley, la de Servicios Sociales, “ahí es ná”, y formandoparte de sendas comisiones de investigación recientemente comenzadas, como por ejemplo Taula. Cada vez que el señor Puig hablaba de avanzar elecciones, a una le entraba una mal... No por nada, sino por todo el trabajo comenzado que corría el riesgo de no ver la luz. Teóricamente, los valencianistas, o como a Isabel Bonig le gusta describirnos: nacionalistas radicales con cuernos, cola y un tridente en alto en la mano izquierda, seríamos los más proclives a avanzar las elecciones autonómicas y a tener una fecha propia que nos diferenciara como región histórica, que esto lo dice el Estatuto de Autonomía. Y es cierto, está bien todo lo que reconozca nuestra identidad. Pero claro, las cosas se hablan antes y se pactan. Y las reglas del juego no se cambian a mitad partida, y más cuando hay cosas de tanto calado en estos momentos en debate como por ejemplo una futura ley urbanística, como la LOTUP, dotar de unas nuevas estructuras agrarias a nuestros agricultores, la ley de servicios sociales o la propuesta de acortar las prebendas de las diputaciones provinciales, por citar algunos ejemplos de aquello que debatimos y aprobamos en las Corts.Ahí no le vale ni lo de“el scattergories es mío”, ni gaitas; que el trabajo es lo principal.

El tema de Pedro Sánchez es de traca. Perdón: el Gobierno en Madrid es de traca. Igual te dicen que sí y al día siguiente que no y todo lo contrario. Presupuestos: ahora sí, ahora no, ahora sí, ahora no... Y así marean la perdiz desde el pasado octubre. Por no hablar de qué pasa con “el Valle de los Caídos”, que en agosto era cosa de dos-tres días, como mucho una semana, y estamos en diciembre, hemos pasado un 20N y nada se ha movido. El dictador tampoco. Y ahora, con el elefante blanco arrebatando votos y alentando a los ultra fachas,todavía menos.Estoy convencida. Asíque Pedro se hará un bunker en Moncloa y, como mucho estirar, como mucho, se la jugará en mayo, y esto sería convocar elecciones pronto. Y puesto que estamos, y por más que lo defienda el ministro valenciano (el único que queda) el sr. Ábalos, esto del superdomingo electoral es un destarifo. Perohemos visto tantos destarifos. Que les recuerdo que hemos ido a votar a las estatales en junio con la toalla de la playa al cuello y hemos vuelto a votar en diciembre después de comprar las luces del árbol de Navidad, y que el PSOE se abstuvo y dejó que ganara Rajoy... ¡¡Qué esto ha pasado!! ¡¡Qué esto lo hemos visto!!

Así que al menos, de momento, tendremos una Navidad tranquila. Nadie ve ahora a Ximo Puig en la trona de las Corts anunciando un “disuélvanse todos”. Y por ese motivo más de un suspiro de tranquilidad se ha dejado escuchar en los pasillos del Palacio de los Borgia.

Los de la gaviota respiran porque van de capa caída y bastante trabajo tienen para justificar lo injustificable. Y vuelvo así a Taula, a Valmor, a la Fórmula 1, y a la visita del Papa, y también a las filtraciones de Villarejo. Incluso hay entre las filas de los de Bonig quien pone de ejemplo un Pacto del Botánico “a las derechas” (o a las ultras) para defender un gobierno en Andalucía. El Botánico de ejemplo entre los populares... Esto me lo dicen hace un año y no me lo creo. Y los calabazas de Ciudadanos también respiran, y más de uno incluso hiperventila, esperanzados en que pinche el efecto elefante que, dicho sea, lo sienten ya pegado y cómo tiembla la tierra sembrada de calabazas a su paso, destrozándole las cosechas y las tantas y tantas calabazas que esperaban cosechar.

Nosotros, al menos, estamos tranquilos. Que a nadie le quepa ninguna duda que nos pillará el toro con las primarias, pero esto era de esperar desde el primer día. Si todavía quedancuatro meses por delante, ¿por qué vamos a espabilar si tenemos todavía el último día de la precampaña para ir con el agua al cuello? Nosotros somos de emociones y adrenalina, de meditar, repensar pero, al final, actuar. Los valencianos y las valencianas a esto le llamamos acertarla de pleno.No en balde un eslogan nuestro era el “som como tu” (porque usted también es de última hora seguro, seguro, seguro...).

Sea como fuere, la Navidad la esperamos tranquila. Y ya que estamos, tengan ustedes unas muy felices fiestas, muy buena salud para disfrutarlas y no se apuren... Que estas Navidades, por fin, no toca votar.

Mònica Álvaro, portavoz adjunta de Compromís en les Corts

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