En los últimos años, estamos asistiendo a una negación absoluta sobre del significado de violencia de género o, como realmente debe nombrarse, la violencia machista; situación que nos lleva a tener que justificar constantemente que esta violencia es muy real y, que en pleno 2021, todavía nos asesinan por el mero hecho de ser mujeres.
Es cierto que disponemos de leyes que nos amparan cuando sufrimos maltrato, pero también lo es que debemos mejorarlas y aplicarlas para que sean realmente efectivas y, sobre todo, que los organismos al cargo deben formarse al respecto para aplicarlas correctamente.
Porque los violadores, agresores y machistas siempre buscan atajos para poder saltarse las leyes por lo que nuestros legisladores deben ser más rápidos a la hora de implementarlas y de mejorarlas porque, de no ser así, estamos totalmente perdidas y abocadas al sufrimiento por las constantes vejaciones que sufrimos.
Cuando ya pensábamos que la lucha nos había permitido avanzar un paso más hacia la igualdad, y que podíamos vivir más libres y seguras, nuevamente se nos ha vuelto a criminalizar por el hecho de ser mujeres y exigir lo justo, ni más ni menos; y nos vuelven a tachar de locas, brujas, histéricas y exageradas, al puro estilo del siglo XVII.
¿Exageradas? ¿Exageradas por qué? ¿A caso es exagerado salir a la calle a exigir que nos respeten? ¿Exageradas por pedir que no nos droguen cuando nos divertimos en un bar? ¿Exageradas por pedir que en la vuelta a casa no nos violen? ¿Exageradas por conocer a alguien y, en un momento dado, no querer llegar hasta el final?
El mensaje que están proyectando desde ciertos sectores influyentes es el que está calando en nuestra sociedad y en nuestros jóvenes, aludiendo a que no son temas políticos, y alejando así el foco del problema y limpiándose las manos con ello; y todo esto forma parte de una estrategia de manipulación y desmovilización brutal hacia nosotras, las mujeres.
Así que hoy y ahora, más nunca, debemos continuar con la batalla y continuaremos saliendo a la calle este mes y todos los que hagan falta, porque queremos vivir, ¡dejadnos vivir! Porque continuaremos batallando contra la mutilación genital femenina, contra la trata de mujeres, contra los matrimonios forzosos, contra las violaciones, contra el acoso, contra la violencia vicaria, contra la violencia machista.
Hemos tomado las calles antes y las seguiremos tomando ahora, se lo debemos a nuestras madres y abuelas y se lo debemos a nuestras hijas, a su futuro, por sus derechos y por los nuestros: ARRIBA COMPAÑERAS, CONTINÚA LA BATALLA.