Opinión

Bajo el examen de una comisión

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  • Haremos, haremos… Y al final nada cambiaremos
  • ¡Ya era hora!
  • Y aún no se ha acabado...

Últimamente se cuestiona mucho el papel de las comisiones de investigación, y más aquí en las Corts. De unos meses a esta parte he podido escuchar y leer de todo, e incluso de periodistas de renombre a los que no he visto nunca en las Corts Valencianes... Pero de todo. Y normalmente los y las diputadas no salimos muy bien parados. Sin embargo, como todo no es o blanco o negro sino que hay matices, ha llegado la hora de matizar y saber de dónde venimos y, más importante, hacia dónde vamos.

En estos momentos puedo hablar desde la experiencia que me da haber sido portavoz de dos comisiones de investigación en esta legislatura, además de ser miembro de una tercera y haber estado en muchas sesiones de otras comisiones cuando he considerado que lo que allí se decía podía ser de interés. O incluso tengo el privilegio de haber votado el dictamen de la investigación del metro en comisión, y notar en carne propia las lágrimas y abrazos de las víctimas cuando acabamos con tantos años de injusticias e ignominias.

Y he visto de todo... Por eso tiemblo de lo que tiene que venir y de lo que queda por ver. He observado a un Carlos Fabra reivindicándose como al rey del mambo y rey ‘de los tuertos’ quitándose las gafas de sol; he hecho que Rus les dijera a los suyos esto del “no se os puede dejar solos”; he escuchado cómo un ex conseller del PP calificaba a su antiguo gobiernocomo lo peor que le había pasado en su vida; he visto ponerse rojo de vergüenza al yonki, sí al yonki, cuando le pregunté por qué decía su ex mujer que traficaba con “abuelitos”; he escuchado las lágrimas de Enrique Ortiz pidiendo perdón por haber financiado ilegalmente al PP; y he sido tratada con desdén por Blasco desde la prisión quién, al cabo de poco tiempo, acusaría a Cotino de“haber prostituido su modelo”.

Hemos descubierto, como por ejemplo en Taula, que los sobrecostes de la corrupción son de unos cuántos millones más de los que nos figuraban por avanzado; he aprendido de CIEGSA cómo negociaba el Partido Popular con algunas de las empresas constructoras,a base de sobrecostes injustificados hasta mil millones y cómo no tenemos que repetir nunca ese modelo. He podido hablar con inspectores de residencias de tercera edad que, si hacían su trabajo como tocaba, estaban amenazados con irse a la calle con una apertura de expediente bajo el brazo y de cómo es de frustrante que a una persona no la dejan trabajar.

Y después de casi un año investigando las adjudicaciones que se hacían a la familia Cotino, a mí no me sorprendió que Villarejo confesara que había advertido a Cotino para que su sobrino hiciera limpieza de papeles comprometidos. ¡¡Y tanto que hizo limpieza!! El sobrino en Savia, él incluso hurtó del registro de la Generalitat su declaración de bienes por si alguien venía a hurgar después. Ni tampoconos sorprendimos de que si eran capaces de sacar comisiones de CIEGSA, de nuestros colegios, ¿cómo no iban a sacar provecho también de los más vulnerables, de nuestros mayores?

Se aprende mucho de una comisión de investigación, y también se trabaja mucho. Pero a pesar de que no descubrimos América (¿a quién le puede extrañar que el hombre de Maria Dolores de Cospedal ya estuviera involucrado en la trama de las residencias y que esto lo dijimos hace más de dos años en las Corts?), sí aprendemos de los errores ajenos. Les puedo decir que la nueva Ley de Servicios Sociales Inclusivos establecerá una ratio justa y necesaria de inspectores de servicios sociales, y unas funciones con relevancia. Les puedo decir que con las empresas constructoras ahora se negocia con pliegos, contratos y técnicos... Y no como antes, con un despacho, copa, café y puro, y a escondidas. Les puedo decir que no conozco a ningún diputado ni diputada que se corra una juerga a expensas de Feria Valencia... Al final se trata de esto, de responsabilidades políticas y de saber lo mal que lo hicieron los otros y cómo, para evitar que nunca nadie pueda volver a caer en el pecado y en la traición al pueblo valenciano.

Mònica Álvaro, portavoz adjunta de Compromís en les Corts

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