Ontinyent remodela la Casa de la Cultura para que sea más accesible

La millora s’ha realitzat amb una partida de 180.000 euros de la Diputació de València

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La Casa de Cultura de Ontinyent ha remodelado sus instalaciones con la ayuda de la Diputació de València para hacer el edificio más accesible y habilitarlo para poder acoger grandes exposiciones y producciones culturales. La vicepresidenta de la Diputació, Maria Josep Amigó, y la diputada de Hacienda, Rebeca Torró, acompañadas por el alcalde de la localidad, Jorge Rodríguez, y la arquitecta responsable de la obra, Sari Calatayud, han visitado el recinto cultural, ubicado en el Palau dels Barons de Santa Bàrbara, para conocer el proyecto de renovación.

La vicepresidenta, Maria Josep Amigó, ha resaltado durante esta visita su satisfacción por “comprobar cómo de bien empleado está el dinero que llegan a los municipios desde la Diputació. Es un placer ver cómo en pueblos y ciudades como Ontinyent se piensa en el bienestar de las personas para hacer inversiones como esta contando con el apoyo de la Diputació de València”.

El alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, ha agradecido la visita de Maria Josep Amigó y ha explicado que el proyecto de reforma “ha mejorado de manera muy importante la Casa de Cultura, un espacio que necesitaba de una actuación como esta y que ahora con ayuda de la Diputació no sólo se ha dignificado, sino que podrá acoger grandes exposiciones como Memoria de la Modernidad, que inauguraremos la próxima semana”.

El proyecto de remodelación de este edificio originario del s. XVIII dota al recinto de más espacio expositivo, refuerza sus estructuras y ha mejorado la accesibilidad, los acabados y las condiciones ambientales. Las obras se han ejecutado durante 7 meses con una inversión total de cerca de 360.000 euros, de los que la corporación provincial ha aportado la mitad, 180.000 euros, a través de los fondos del Programa de Inversiones Financieramente Sostenibles, y el consistorio la mitad restante.

La arquitecta de la obra, Sari Calatayud, ha explicado que con la redistribución realizada, se ha conseguido que la Sala 1 haya aumentado en 18 m2 su espacio expositivo, al haberse ganado el espacio de un antiguo almacén en desuso. Igualmente, en la primera planta, la Sala 5 aumenta en 20m2 su superficie, pasando de los 22 preexistentes hasta los 42 m2, al haberse eliminado una pared divisoria.

En total se cuenta con 215 m2 de espacio expositivo entre las dos plantas. En cuanto a la eliminación de barreras arquitectónicas, se cuenta con un nuevo servicio higiénico adaptado en la sala de exposiciones de la planta baja, y otro en la zona de oficinas existente, que también será accesible (hasta ahora sólo se podía entrar subiendo unos escalones). El acceso principal del edificio también ha visto reducido el desnivel preexistente.

Otras mejoras importantes son el cambio de estructuras a los forjados de algunas zonas o a los equipamientos, dotados de aire acondicionado, deshumidificadores y luminarias para conseguir unas condiciones óptimas de temperatura, humedad relativa y alumbrado. La dirección de la obra ha estado en contacto permanente con el departamento de Arqueología para no afectar los valores protegidos del edificio y dejar registro de los varios elementos que se retiran o encuentran, como por ejemplo dos pozos de 7 y 4’5 metros de profundidad aparecidos en el patio interior y en una de las salas. Los pavimentos levantados en la primera planta han sido recuperados en el nuevo diseño.

La actuación ejecutada permite cubrir los requisitos que marca el Ministerio de Cultura para acoger grandes exposiciones, cosa con que la ciudad no contaba hasta ahora. La primera de ellas será a partir del próximo 26 de octubre “Memoria de la Modernidad”, con obras pertenecientes al patrimonio de la Diputació, de artistas como Joaquim Sorolla, Ignasi Pinazo, Marià Benlliure o el Equipo Crónica, algunas nunca expuestas antes.

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